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Política

Hace tres meses que Peña está sin jefe de Gabinete: ¿El quincho no aprueba ningún candidato?

Palacio de Gobierno. Foto: Gentileza.

Palacio de Gobierno. Foto: Gentileza.

Esta semana se cumplen tres meses de que aquel anuncio de renuncia que dio Lea Giménez llorando y agradeciendo al presidente Santiago Peña por haberla puesto en el cargo como jefa de Gabinete Civil de la presidencia de la República, el segundo cargo más importante del Ejecutivo que hasta ahora sigue vacante.

Este cargo, según mencionó el analista político Benjamín Fernández Bogado, es el más importante porque significa que la persona al frente está solo detrás del presidente y es el que lleva el día a día de la gestión del gobierno, incluso, se lo considera un fusible “que salta cuando el impacto de la descarga puede afectar severamente al presidente”, expresó.

Mencionó que, además de todo eso, también es un cargo que combina confianza, capacidad de articulación, respeto y una notable coordinación con el presidente. “Muchos de los temas son resueltos ahí sin llegar al presidente”, expresó Fernández Bogado.

El experto en análisis político abordó en exclusiva con el diario El Nacional sobre el tema, recordando, que esta semana se cumplen los tres meses de que este cargo tan importante dentro de la estructura de un gobierno siga acéfalo.

Para dar una idea de lo importante que es este puesto en el Gobierno, comentó que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, lo primero que hizo al asumir nuevamente la conducción del país fue nombrar a una mujer como Chief of Staff (COS) que sería como un jefe de Gabinete. En el caso de EE. UU., Trump nombró a la que fue su gestora de campaña y una de las pocas que quedó con él luego de su azarosa primera entrega del poder, una mujer cuyo perfil, según opinó, cumplía Lea.

“Tenía mucho de ese perfil para Peña, pero no la pudo sostener porque el poder no lo tiene él y la terminó sacrificando generándola un contrato con un banco multilateral que presta dinero al país. Ni la nominación a ser embajadora ante los Estados Unidos pudo concretarlo. El fusible saltó y no tuvo sustituto. Eso significa que la corriente eléctrica del poder, el voltaje diario, lo recibe directamente Peña, con lo cual su debilidad y falta de gestión son más que manifiestas que antes”, acotó.

“El quincho no lo aprueba”

Para el doctor el principal problema sería que “el poder del quincho no lo aprueba” lo que “demuestra la preponderancia” de ese lugar en todas las decisiones del Gobierno porque a su criterio Peña sí contaría con personas con el perfil para ese cargo.

“Debe tener en la cabeza no uno sino varios que pudieran hacer la tarea, pero creo que el poder del quincho no lo aprueba. No existe otra razón para poder entender este grave problema en el esquema administrativo del Estado”, apuntó.

Advirtió incluso que es una falla que repercute enormemente en la gestión del Poder Ejecutivo. “Todos andan por su cabeza como decimos en Paraguay y el presidente aprovecha cualquier oportunidad para marcharse del país, a pesar de que el informe de los EE. UU. dice que con eso no se atraen ni atraerán inversiones”, lamentó.

Apuntó que estos viajes claramente son una huida de responsabilidades “mientras tanto en su ausencia nadie coordina la tarea de gestionar el poder administrador. La falta de un jefe o jefa de gabinete causa un grave daño a la gestión del gobierno. Los trabajos de secretaria los debe llevar el presidente con miles de pendientes acumulados, por eso”, concluyó.

Renuncia de Lea

Lea Giménez siempre fue una persona de confianza para Peña, incluso, la había convertido a través de un decreto, en “superministra” que hasta superponía el cargo del vicepresidente de la República, en este caso, de Pedro Alliana con el Poder Legislativo, y también la había designado como miembro del Consejo de Administración de la Entidad Binacional Itaipú, cargo que ahora tiene la ministra de Obras, Claudia Centurión.

La argumentación de Giménez acerca de su salida fue que por cuestiones familiares, por desacelerar y dedicarse de lleno a sus hijos, según la misma señaló entre lágrimas, en agosto pasado, a días de que Peña cumpliera un año de gobierno.

Sin embargo, lo que aceleró la salida fue la posición obligada que tomó el Ejecutivo y la Cancillería respecto al embajador de los Estados Unidos, Marc Ostfield, a quien se le invitó a apurar su salida del país tras ratificar las sanciones a la Tabacalera del Este (Tabesa SA), antigua empresa del expresidente Horacio Cartes. Todo esto, en medio de las versiones de su posible designación como embajadora de Paraguay ante los EE.UU., que finalmente no se concretó.

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