Estado pide disculpas por la muerte y tortura de campesinos en el 2003

El Estado paraguayo realizó este lunes el acto de reconocimiento y disculpas públicas al campesino Ernesto Benítez y su compañero Eulalio Blanco, víctimas de violaciones de derechos humanos hace más de 20 años a manos de la Policía Nacional. El acto estuvo a cargo del ministro del Interior, Enrique Riera, en el Instituto Superior de Educación Policial (Isepol).

“Públicamente, en nombre del Estado paraguayo le ofrezco disculpas por la irreparable pérdida”, inició Riera su alocución, dirigiéndose primero a doña Florentina, viuda de Blanco.

Asimismo, reconociendo que con el pedido de disculpas “no se pueden restablecer las cosas a su estado anterior”, “porque no le podremos devolver la vida que arbitrariamente le fue arrebata a Eulalio Blanco”. Sin embargo, espera que este acto “contribuya a la reparación moral”, siguió.

Blanco fue ejecutado por un agente policial en medio de la represión a una manifestación de productores de cedrón en San Pedro, en 2003.

Seguidamente, el secretario de Estado, pidió las disculpas públicas al dirigente Ernesto Benítez por la tortura que sufrió a manos de la Policía en 2003, tras su arresto en una manifestación. Benítez estuvo presente en compañía de los estudiantes de la escuela rural donde enseña, y miembros de la comunidad de Táva Guaraní.

También se refirió a la necesidad de contar con un Estado presente; que las instituciones públicas lleven las respuestas y no esperar a que se realicen las medidas de fuerza y, si se llegan a este tipo de manifestaciones, que los agentes policiales cuenten con las herramientas para no volver a cometer los errores del pasado.

Participaron autoridades del Ministerio del Interior, de la Policía Nacional, del Ministerio Público, de la Corte Suprema de Justicia, de la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (Codehupy), entre otros organismos.