Paraguay: 20 años conviviendo con el EPP y los secuestros

Mañana calurosa y soleada. El día se prestaba para hacer ejercicios como ella acostumbraba a hacerlo. María Edtih Bordón de Debernardi decidió ir a caminar al Parque Ñu Guazú, de Asunción, en compañía de una amiga. Al terminar de entrenar, ambas subieron al vehículo de María Edith para regresar a sus casas. Allí, unos hombres se acercan al rodado y uno de ellos grita: ¡esto es un secuestro! Los hombres se llevaron a las mujeres. A la amiga de María Edith la bajaron un poco después, pero ella no corrió con esa suerte.

Todo pasó un 16 de noviembre de 2001, Maria Edith Bordón de Debernardi fue secuestrada y estuvo en cautiverio por 64 días, hasta ser liberada el 19 de enero de 2002. El caso no fue uno más. Se cumplieron 20 años del inicio de la era de este tipo de acción criminal por parte de un grupo armado que siete años después, en el 2008, se autodenominaría Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).

Pero, ¿Cómo comenzó todo? Uno de los que siguió de cerca e investigó a profundidad el caso y los hechos que fue dejando el EPP en su camino, fue el reconocido periodista y escritor Andrés Colmán Gutierrez. “El secuestro de María Edith Bordón de Debernardi fue la primera gran actividad que le ubicó en el plano criminal delictivo a este grupo”, sostuvo en comunicación con El Nacional.

“Está comprobado que los principales dirigentes del grupo, que son Alcides Oviedo y Carmen Villalba, fueron a Chile a capacitarse con el ‘Frente Patriótico Manuel Rodríguez’, una guerrilla chilena que se habla incluso participó del secuestro del publicista brasileño Washington Olivetto, ocurrido en diciembre del 2001, y que conmocionó a todos los brasileños, dado que era el publicista más reconocido del país”, explicó.

“Posterior a esa capacitación (año 2000 en adelante), volvieron al país y hay datos de que primero intentaron secuestrar a Óscar González Daher, pero el plan no salió, y finalmente lograron secuestrar a María Edith Bordón de Debernardi. Fue el primer secuestro importante. Si bien desde décadas antes ya hubo otros casos, a partir de lo de María Edith, vinieron varios casos más, no solamente del grupo criminal que luego se convirtió en el EPP, sino también surgieron otras organizaciones que realizaron varios secuestros también. Los plagios se comenzaron a hacer de una manera profesional”, agregó.

“Es por eso que se dice que con este caso comenzó la industria del secuestro. Y claro que comenzó ahí, con un ritmo mayor, y la sociedad paraguaya comienza a asustarse y cuidarse porque fueron varios casos que se fueron dando”, detalló. “De hecho, el Estado también comenzó a capacitarse de como enfrentar los secuestros, se formó la unidad antisecuestro de la Fiscalía y ya comenzó una práctica de como tratar estos casos”, precisó.

María Edith Bordón de Debernardi. (Foto Algo Anda Mal).

15 secuestros desde el 2001

Desde el 2001, se dieron 15 secuestros atribuidos al EPP y sus ramificaciones. Hubo 135 golpes delictivos y ataques violentos, que incluyen los secuestros y 67 asesinatos entre ellos civiles, policías y militares. De los 15 casos de secuestros, hasta ahora no se resuelven los del exvicepresidente de la República Oscar Denis, el policía Edelio Morínigo, y el ganadero Félix Urbieta. “Son números importantes y los casos que aún no fueron resueltos son asignaturas pendientes sin dudas”, dijo Colmán Gutierrez.

“En el 2001 se descubre que había un grupo político, el partido Patria Libre, que tenía un incidencia directa en las acciones de esta organización, después se descubrirá que había un plan de formación de un brazo guerrillero para ese partido político de izquierda, que pretendía -en su proyecto original- formar una guerrilla para supuestamente tomar el poder a través de las armas”, dijo. “Ese grupo no pudo crecer y finalmente se convirtió en un grupo criminal armado que a partir del 2008 y hasta la fecha está actuando con el nombre de EPP. Incluso hay datos que el grupo contaba con asesoramiento de la Fuerza Armada Revolucionaria de Colombia (FARC). Entonces, todos esos datos a medida que se fueron descubriendo crearon mucho miedo, zozobra, la industria del secuestro fue instalándose más”, añadió Colmán Gutierrez, quien logró escribir libros con relación al grupo criminal.

“Las declaraciones de Giuzzio fueron desatinadas”

El pasado 16 de noviembre, día en que se cumplieron 20 años del secuestro de María Edith Bordón de Debernardi, el ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, realizó unas declaraciones y negó que el secuestro se haya convertido en una “industria” en el país. Sus palabras sonaron a inoportunas, debido a que fueron varios los compatriotas que cayeron en manos de estos grupos criminales e incluso, tres de ellos continúan cautivos en poder de la banda criminal.

“Yo creo que las declaraciones del ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, fueron desatinadas. Creo que lo que quiso hacer fue minimizar la situación por las críticas a su actual función como ministro del Interior.”, opinó Colmán Gutierrez.

“Me extrañaron sus dichos porque Giuzzio fue uno de los fiscales que actuó principalmente en el hallazgo de una granja de entrenamiento del EPP en Saguina Cué, San Pedro. Él fue uno de los fiscales que fue a verificar el lugar cuando recibieron datos que había cosas raras en una granja, que terminó siendo un reducto del grupo criminal. En ese momento, fueron recibidos a tiros y justamente fue ahí donde los demás escapan y Carmen Villalba se queda con sus hijos pequeños y fue detenida”, explicó.

“Giuzzio tuvo que ver con esa parte de la historia y me extraña mucho que diga eso. Es más, en Sanguina Cué se encontraron documentos con una lista de nombres de varias personas que figuraban que serían secuestradas”, precisó.

"El secuestro no es una industria en el país", según Giuzzio – https://t.co/heUm7A23AJ pic.twitter.com/wgKpDpgSPu

— El Nacional (@elnacionalpy) November 16, 2021

Mueve mucho dinero

Durante la semana, la Fiscal General del Estado, Sandra Quiñonez, lamentó las declaraciones del ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, quien afirmó que en Paraguay el secuestro no representa una industria. “Respeto su opinión, pero yo me baso en estos 20 años de trabajo que llevo en la lucha contra el secuestro. El paso del ministro fue momentáneo en algunas causas, no fue fiscal antisecuestro y no puede saber muchas situaciones”, dijo, en entrevista con la 970 AM. “Si no lo están quitando de contexto, son muy desacertadas sus palabras”, dijo.

Por otra parte, Quiñonez hizo memoria y citó a todos los militares, policías y civiles que perdieron la vida a lo largo de los décadas en la lucha frontal contra el terrorismo y el secuestro. “Para mí sí es una cuestión sumamente sensible. Yo viví con las víctimas de secuestro y lo sigo viviendo. En ese aspecto, aparte de ser fiscal siempre fui muy sensible con las víctimas de secuestro y sus familiares”, agregó.

Aseveró que desde la Fiscalía siguen adelante con la pelea contra las organizaciones terroristas que instalaron el secuestro en Paraguay. Explicó que la industria del secuestro en Paraguay mueve mucho dinero. Dijo que el modus operandi del grupo delincuencial EPP es el pago del “impuesto revolucionario” en su área de influencia.

Optimismo y negación de Giuzzio ante industria del secuestro que facturó USD 5 millones – https://t.co/zei8RuyOMu pic.twitter.com/1UZwIOO6ND

— El Nacional (@elnacionalpy) November 17, 2021

Los casos de secuestros desde el 2001 cometidos por el grupo criminal EPP

2001

María Edith Bordón de Debernardi, secuestrada el 16 de noviembre del año 2001, en Ñu Guasu, La mujer fue liberada el 19 de enero del año 2002. Por su rescate se pagó la suma de un millón de dólares.

2004-2005

Cecilia Cubas Gusinky, fue secuestrada eel 21 de setiembre del año 2004 en San Lorenzo. La familia desembolsó una suma de dinero, pero sus captores no dieron con la plata. Cinco meses después, el 16 de febrero del 2005, fue hallada muerta dentro del sótano de una vivienda en Ñemby.

2008

Luis Lindstron, fue secuestrado el 31 de julio del 2008. Su liberación se dio el 12 de setiembre del 2008 tras el pago de rescate de 130.000 dólares, según se informó. Sin embargo, el 31 de mayo del 2013, el ganadero fue asesinado a balazos por miembros del EPP.

2009-2010

Fidel Zavala Serrati, secuestrado el 16 de octubre del año 2009 en la estancia Mabel, de Paso Barrero, departamento de Concepción. Estuvo en cautiverio por más de tres meses y fue liberado el 17 de enero del 2010, luego de que sus familiares pagaran 550.000 dólares por su rescate.

2014

El 2 de abril de 2014 en Concepción, fue secuestrado el joven Arlan Fick, quien en ese momento tenía tan solo 16 años. Ocho meses después, el mismo fue liberado en la navidad (25 de diciembre) del 2015. El grupo armado exigió a la familia Fick distribuir víveres por valor de 50.000 dólares en las comunidades de Kurusú de Hierro y Arroyito, en Concepción.

Ese mismo año, el 5 de julio, el policía Edelio Morínigo, fue secuestrado en la zona de Arroyito del departamento de Concepción. El suboficial de Policía sigue en cautiverio.

2015

Abrahán Fehr, secuestrado el 8 de agosto de 2015, en la colonia Manitoba de la Ciudad de Tacuatí, departamento de San Pedro. Fue hallado muerto.
Ese mismo año, Robert y Erika Natto, cayeron en manos de sus captores el 28 de enero, en Concepción. Fueron capturados y asesinados.

2016

El joven menonita Franz Wiebe Boscham, fue secuestrado en las adyacencias de la estancia La Yeta, de Santa Rosa del Aguaray, el 27 de julio de 2016. El mismo fue liberado el 25 de febrero de 2017.

Ese mismo año, el ganadero Félix Urbieta, también fue secuestrado en fecha del el 12 de octubre. Hasta ahora está en poder del grupo criminal y brazo del EPP, “Ejército del Mariscal López”.

2017

Bernard Blatz y Franz Hiebert, secuestrados el 1 de setiembre de 2017. Los colonos menonitas, ambos de origen mexicano, fueron liberados el 5 de enero de 2018.

2020

El exvicepresidente de la República, Amancio Oscar Denis Sánchez (74) y su empleado Adelio Mendoza Benítez (21), fueron secuestrados el 9 de setiembre de 2020, en plena pandemia. El político hasta ahora sigue sin aparecer. Mendoza fue liberado poco tiempo después.