Política
Senadora Hermelinda Alvarenga: “De niña mi familia era muy pobre y mi marido fue niño de la calle”
Hermelinda Alvarenga, senadora. (Foto Gentileza).
La vida no fue tan grata con ella en su infancia. La pobreza era un problema gigante que debían afrontar ella y su hermano. Su uniforme estaba hecho de “bolsas de azúcar y desayunábamos batata”, cuenta la senadora Hermelinda Alvarenga (PLRA), entre tristeza y templanza. La llaman cariñosamente “Hermi”, vivió, creció y se malcrió en la compañía Kumbarity de Villeta. Hace más de 50 años, esa niña inocente y soñadora, ponía todas sus esperanzas en sus estudios. “Siempre quise estudiar, me gustaba mucho, sabía que era un arma muy poderosa para salir adelante y mejorar la calidad de vida de mi familia”, comentó a El Nacional.
Alvarenga, de 62 años de edad, soñaba con ser una gran maestra, pero lo que ella no se imaginaba es que no solo cumpliría su sueño, sino que, en un futuro no muy lejano, se sentaría en una de las bancas de la Cámara de Senadores. “Éramos tan pobres, sufríamos muchas carencias. Nunca me imaginé que sería senadora alguna vez, ni se me pasó por la cabeza”, dijo con un nudo en la garganta que delataba su sensibilidad al recordar esos tiempos sufridos.
“Yo vengo de una familia muy pero muy humilde, muy pobre, y mi marido (el ex diputado Dionisio Ortega), era niño de la calle. Tenemos una historia muy similar y muy fuerte, por eso es que me gusta mucho trabajar por la gente humilde, con el objetivo de que sepan que a través de la educación él y yo estamos donde estamos”, expresó.
La parlamentaria liberal, contó que, pese a sus limitaciones, sus padres hacían todo lo necesario para que no les falte nada. “Mi mamá y mi papá trabajaban en agricultura y recuerdo muy bien que antes de ir a la escuela, desayunábamos batata caliente. Mamá ponía debajo de las cenizas para cocinar. Ella era la que se ingeniaba. Mi tío solía casar el Ynambu (perdiz) y mamá nos cocinaba eso para el almuerzo y de noche era el famoso cocido negro con galleta cuartel. Mi hermano y yo comíamos lento, despacito…porque teníamos hambre pues”, recordó. “Caminábamos 5 a 10 kilómetros para ir a la escuela y luego al Colegio”, expresó.
Cómo todo comenzó
Llegó aquel momento en el que Alvarenga había culminado el colegio, pero su padre le dijo que no podría ir a la facultad por la falta de dinero y que debía estudiar para ser modista. Fue en ese entonces que su tío apareció buscando una profesora para una escuela humilde de Estanzuela (Ñeembucú). No lo dudó dos veces y ella se ofreció, ya que en aquel entonces no era necesario tener el título universitario para enseñar.
“Recuerdo que llegó mi tío con un papel en la mano y decía resolución número 15, la señorita Hermelinda Alvarenga Torres, de 18 años de edad, es maestra de primera categoría de la Escuela Nº 792 de Estanzuela (Villa Oliva), del departamento de Ñeembucú, con un sueldo de 12.800 guaraníes y una bonificación de un kilo de carne al día. Fue muy emocionante”, contó.
“Le dije a mi papá que me iba a ir y anilló el caballo. Nos fuimos 24 horas a caballo, porque esa ruta que lleva a Villa Oliva era picada, y nos fuimos y recuerdo que el caballo pasó un arroyo y todo ya que no había puente en una zona. Me quedé un año a vivir con mi tío y mi tía. Enseñé en esa Escuela, le compré una cocina a mi mamá, compré una camisa y un pantalón y luego guardaba mi plata, descocía el colchón de mi tía y ponía ahí en un hule y cocía otra vez”, prosiguió su relato.
Un paso más hacia su meta
Pasó un año de aquel momento en que a Hermelinda se le abrió la primera puerta que le cambiaría la vida y ya estaba preparada para iniciar sus estudios para ser docente. Fue hasta el Instituto Superior de Educación (ISE), en Asunción, donde también conoció a su marido, Dionisio Ortega. Se recibió de profesora y volvió a su ciudad natal a enseñar. Fue profesora de otras escuelas también. Enseñaba matemática, física, química, que son materias que domina. Luego con el tiempo se especializó en otras materias y hasta hizo especializaciones en el extranjero. Es abogada y tiene la maestría en derecho.
“Mi marido es maestro de grado, profesor de guaraní, especialista en metodología de la Investigación, licenciado y doctor en Ciencias de la Educación, abogado y magister”, contó.
“Yo lo conocí en el ISE, pero después de dos años recién nos volvimos a encontrar con Dionisio. Mi papá era demasiado argel y no podía llegar en casa él, pero un día llegó, pidió permiso para llegar de visita y a 5 metros por ahí nos sentábamos. A la luz de la lámpara”, contó entre risas. La pareja lleva más de 40 años de matrimonio.
Fue Dionisio quien primeramente militó en la política y ya luego su esposa siguió el mismo camino, hasta que llegó a ganarse un lugar en la Cámara de Senadores. Hermelinda comentó que su madre todavía sigue viva, ya tiene casi 86 años, pero sus sabios consejos nunca la abandonan. “Siempre me aconseja que esté donde esté siempre sea humilde y nunca me olvide por qué estoy donde estoy”, relató.
Su marido, de niño fue criado por su abuela, pero falleció muy temprano y tuvo que andar de casa en casa. “Él de todos modos siempre fue muy estudioso y ahorrativo”, dijo. Ambos fundaron juntos la Escuela y Colegio Nihon Gakko, que funciona en la ciudad de Fernando de la Mora, lugar donde residen.
Hermelinda recordó que cada vez que realiza un acto de solidaridad “me emociono porque yo me veo en esos niños, esos niños descalzos, esos niños llenos de sueños y les digo que la única herramienta para salir de eso es el estudio”.
Desde su lugar, comentó que ya pudo concretar varios proyectos que llevaron al progreso a la comunidad donde vivió toda su infancia, en Villeta y apuesta a seguir “trabajando para la gente”.
-
Destacado
Peña deja la cumbre del G20 en ambulancia tras sentir dolor en el pecho
-
Lifestyle
“Bungee jumping training”: saltar para estar en forma
-
Política
Falleció el abogado José Fernando Casañas Levi
-
Agenda Cultural
Paraguay e Irlanda celebran el legado de Madame Lynch
-
Deportes
¡Olimpia aguanta con uno menos y conquista su estrella 47!
-
Deportes
Preparan “fan fest” para hinchas que no tengan entradas para la Final de la Copa Sudamericana
-
Política
En redes sociales despiden a Casañas Levi
-
Deportes
Paraguay debuta con una goleada en el Mundial C20