Cinco meses sin información del paradero del exvicepresidente Oscar Denis

Ayer, se cumplieron cinco meses del secuestro del exvicepresidente Oscar Denis Sánchez, el 9 de septiembre de 2020, a manos de una supuesta brigada indígena del grupo armado autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), sin que hasta el momento pueda saberse nada sobre su paradero y si aún continúa con vida.

El gobierno de Mario Abdo Benítez no ha vuelto a manifestarse sobre el tema desde la detención de Laura Villalba, hermana de la líder del EPP presa en la Cárcel de Mujeres Carmen Villalba, el 23 de diciembre en la zona de Cerro Guasú, donde se registró la última incursión de la Fuerza de Tareas Conjuntas (FTC) contra el grupo armado el 20 de noviembre, y muy cerca de donde secuestraron a Denis y al trabajador de su estancia, que fue liberado pocos días después, el joven pa´i tavytera Adelio Mendoza, cuya comunidad, Ita Guasu, tiene al cerro como lugar ancestral.

De hecho, la detención de Laura Villalba, procesada y encarcelada hoy en la prisión militar de Viñas Cué, representó en su momento, la posibilidad de obtener información sobre el destino del septuagenario ganadero y político liberal, por cuanto la misma Fiscalía asegura que ella integraba la columna del EPP atacada por la Fuerza de Tareas Conjuntas (FTC) en noviembre, pero la muerte de los miembros del grupo armado identificados como Lucio Silva, Esteban Marín y Luciano Argüello, que el Ministerio Público y los militares ubican entre quienes secuestraron a Denis, hizo desvanecer las esperanzas de obtener información.

Giuzzio va al norte

“Hoy, toda la investigación está a cargo de la Unidad Antisecuestro; la FTC operativiza la información que se recepciona. Dentro de ese plan, quiero entender dónde estamos, y qué tipos de avances tenemos”, señaló a El Nacional el ministro del Interior Arnaldo Giuzzio.

Giuzzio, adelantó que en el transcurso de la semana visitará el cuartel de la FTC en Concepción para continuar interiorizándose de la situación en relación con el caso Denis y con el combate al grupo armado. “Tengo prevista una visita a la FTC esta semana; estamos reuniendo toda la información; estamos tratando de tener los últimos datos”, afirmó.

El secretario de Estado informó que en la oportunidad también visitará a la familia del exvicepresidente, para “llevarle nuestra solidaridad, ponernos a disposición, y que tengan la plena seguridad que estamos trabajando para resolver el caso y capturar a quienes secuestraron a Oscar Denis”. Guzzio agregó que también se entrevistará con las familias de los otros secuestrados por el EPP, el policía Edelio Morínigo, y el ganadero Felix Urbieta, desaparecidos desde 2014 y 2016 respectivamente.

Giuzzio negó que la investigación del caso se encuentre en un “punto muerto”, argumentando que su reciente asunción al frente de la cartera no le ha permitido aún tener una visión abarcadora del escenario que se vive en el Norte del país. “No puedo decir que estamos en un punto muerto, porque aún desconozco la totalidad de la información, en el transcurso de los días vamos a ver el avance”, afirmó.

Reclamo familiar

En medio de la incertidumbre por la falta de noticias sobre el caso, sus hijas continúan reclamando resultados al gobierno y rogando al EPP la liberación de su padre, mientras han ido escalando el tono de sus manifestaciones públicas sobre el manejo gubernamental de los secuestros y el combate al grupo armado en el norte del país.

El rechazo del gobierno a la mediación del Comité Internacional de la Cruz Roja, que era impulsada por la familia del exvicepresidente, para no abrir ningún resquicio que pueda conducir a un hipotético reconocimiento del EPP como “fuerza beligerante”, en los términos de la Convención de Ginebra, de 1949 y sus protocolos  adicionales, contribuyó a esta situación.

“El país está secuestrado por la corrupción y la indiferencia; Paraguay está secuestrado por la indiferencia; pedimos que vuelvan los tres”, dijo la hija del político liberal Beatriz Denis, vocera de la familia, en una rueda de prensa convocada el 5 de febrero pasado en la estancia “Tranquerita” en Concepción, donde renovaron sus exigencias al gobierno de “buscar ayuda internacional”.

“Paraguay sigue esperando a que la palabra ‘Libertad’ vuelva a tener significado. Sus autoridades se pasan dedicando más tiempo a sus intereses partidarios, que a velar por la seguridad de sus ciudadanos. Lloramos 150 días sin papá. Esto es un calvario sin fin. Siempre digo, hoy nos toca a nosotras, pero mañana le puede pasar a cualquiera”, sentenció Beatriz Denis.

El caso

Oscar Denis Sánchez fue secuestrado en su estancia “Tranquerita”, junto a su peón el joven indígena Adelio Mendoza, que fue liberado cinco días después, en un caso que desde un primer momento el gobierno interpretó como una respuesta del grupo armado por el ataque a su campamento, el 2 de septiembre en Yby Yaú, donde fueron supuestamente abatidas las dos niñas argentinas de la familia Villalba, Lilian Mariana y María Cármen.

A los pocos días de ocurrido el suceso, el gobierno de Abdo Benítez ordenó un despliegue de tropas y equipos de combate inédito desde la caída de la dictadura, en 1989. La FTC dispone de unos 1.000 hombres, blindados y transporte, además de contar con el asesoramiento de expertos colombianos en contrainsurgencia, con tecnología de rastreo de última generación. Se trata de un esfuerzo que sin embargo no ha rendido los resultados esperados hasta el momento.

En un principio, la liberación de Mendoza, concretada tras un primer y único contacto de los captores de Denis con la familia, donde pasaron una lista de exigencias por su liberación y adelantaron que dejarían en libertad al joven trabajador, aumentó las expectativas por el pronto regreso del exvicepresidente, pero pronto también esas esperanzas se esfumaron con el correr de los días y la falta de noticias.

La familia Denis cumplió con la parte que le tocaba de las exigencias del grupo armado, que volvió a requerir al Estado la liberación de sus líderes presos Carmen Villalba y Alcides Oviedo Brítez, una demanda imposible de cumplir.

Beatriz y sus hermanas distribuyeron miles de kits de alimentos y herramientas exigidas por el EPP por la liberación de su padre, entre comunidades campesinas e indígenas de Concepción, Amambay, San Pedro y Canindeyú. Fue una verdadera carrera contra el tiempo concretar la tarea en el plazo exigido de 8 días. Después, comenzó la vana espera por el regreso de su padre, que continúa hasta hoy.