Pilar Callizo: “La Justicia debe prescindir del poder fáctico”

Pilar Callizo y Alfredo Maggi son dos de los candidatos a las elecciones del 21 de noviembre para el Consejo de la Magistratura (CM), órgano al que ven como una instancia superlativa en nuestro sistema judicial, degradado a la vez por el prebendarismo y el clientelismo político, y ahora –como sostiene Callizo- “permeado también por poderes fácticos y la mafia”.

Ambos representan al viento renovador en la Justicia teniendo en cuenta que otros candidatos como Óscar Paciello y Claudio Bachetta tendrían el apoyo del establishment (mantener el orden establecido) en esta carrera electoral entre abogados.

Tanto Maggi como Callizo sostienen que la transparencia y la independencia del Consejo de la Magistratura de la injerencia de actores políticos externos es fundamental para devolverle al organismo el rol para el que fue creado por la Constitución Nacional de 1992, e ir superando la debilidad institucional y la sensación de impunidad que embarga a la justicia paraguaya.

“Cada vez estamos más angustiados por la situación del sistema judicial, que se viene arrastrando desde hace ya mucho tiempo”, señala Callizo quien es de extracción liberal, abogada, máster en política y gestión pública y de destacada actuación como titular durante varios años del capítulo paraguayo de la organización Transparencia Internacional.

Dice Callizo que lo que “más afecta al ejercicio de los derechos ciudadanos es el Poder Judicial, porque cuando no funciona y cuando la evidencia de éstos bolsones de intereses que degradan las instituciones se demuestran sin pudor, lleva a la desconfianza y la desprotección ciudadana”.

Casos como el de González Daher, Zacarías Irún, e incluso el desenlace que tuvo en estos días la situación procesal del astro brasileño Ronaldinho, que dejó más interrogantes que respuestas, demuestran “la absoluta y total influencia de los sectores políticos sobre la Justicia”, agregó.

Mejorar la selección

“El Consejo de la Magistratura es la llave que nos puede permitir abrir este grifo para empezar a trabajar en la transformación de nuestro sistema de justicia”, señala. Argumenta que el hecho mismo que en el organismo “haya voces disonantes, porque ahora todas las voces son iguales, puede blindar procesos y mejorar el criterio de selección de la representación judicial en el país”.

Callizo opina que la Justicia paraguaya evidencia también “mucho desconocimiento” de sus integrantes de herramientas jurídicas internacionales, como los convenios sobre violencia de género, como quedó demostrado con el polémico fallo del caso de abuso contra el sacerdote Silvestre Olmedo.

“Usted habla de esto con colegas del extranjero y es realmente una bofetada a la magistratura, una vergüenza”, se lamenta.

Su movimiento “Cambio Pro Justicia” se propone impregnar el sistema judicial de elementos de pluralidad, independencia, eficiencia, y transparencia; mejorar la calidad, compromiso, honorabilidad y conocimiento de quienes accedan como operadores de justicia; prestigiar el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, para que “deje de utilizarse como garrote para castigar a jueces y fiscales”, señala Callizo.

El tema de la igualdad de género merece un capítulo aparte, según la abogada, ya que desde 1994 sólo dos mujeres accedieron a un cargo en el Consejo de la Magistratura, por designación y nunca por proceso electoral.

El cuoteo

En el mismo sentido se expresa el abogado Alfredo Maggi, apuntando que el gran problema de la Justicia paraguaya es el “cuoteo de los partidos políticos”, que fue lo que llevó a nuestro sistema judicial a la “penosa situación de injerencia política que compromete seriamente la independencia del Poder Judicial”.

“Tenemos una deuda enorme con la ciudadanía y con el país”, señala Maggi, quien representa al interior del país ya que es originario de Itapúa. Foto:FB

Maggi fue presidente del Centro de Estudiantes de Derecho de la Universidad Nacional de Asunción (UNA); tiene un perfil político y no ocupó cargos administrativos.

El candidato señala que el avance del poder político sobre la Justicia se volvió indisimulable, a tal punto que hoy “la gente percibe claramente que no es el camino correcto”.

Afirma que esto compromete el ejercicio profesional para quienes ejercen profesionalmente el Derecho en el país, porque “tenemos que tener padrinos políticos para tener éxitos en nuestros casos”.

Botín de Guerra

“El Consejo de la Magistratura siempre se ha manejado como botín de guerra, responde a estructuras políticas”, sostiene Maggi, argumentando que desde su movimiento “Juntos por el Cambio” resolvieron, como primer paso, ser independientes de sectores políticos partidarios.

“Tener un apoyo político no es difícil, este es un país chico, nos conocemos todos, pero aun así, no hemos dado ese paso y podemos decir que somos un movimiento gremial independiente de cualquier estructura partidaria”, acotó.

Maggi prefiere reservarse sus opiniones respecto a casos judiciales que involucran a políticos y empresarios poderosos, y que han desnudado el grado de injerencia sobre nuestro sistema de justicia.

“Como abogados es el momento que busquemos dentro de nuestro propio gremio una independencia, para mejorar la calidad en las personas que van a integrar la estructura del Poder Judicial, que sea gente idónea, valiente, capaz, con criterio sólidos en la ciencia jurídica”, finalizó.