Milda Rivarola: Marito prisionero del cartismo

Para la renombrada politóloga Milda Rivarola los dos años de gobierno de Mario Abdo Benítez son calificados como “insuficientes” por la falta de gobernabilidad. Inició con buenos indicadores,  pero sus pactos políticos lo alejaron de las buenas acciones en cuanto a corrupción y lucha contra el narcotráfico.

El primer año se lo vio enfrentando sequías, inundaciones y con una confianza y popularidad en su gobierno  que rondaba el 40%, porcentaje similar al que registró su antecesor Horacio Cartes en su primer año.

A partir de ahí, los indicadores de popularidad subieron con la lucha contra el narcotráfico y por la expulsión de algunos  parlamentarios de sus bancas por sospechas de corrupción.  Como que la Fiscalía se movió de acuerdo a la promesa, comentó Rivarola.

Pero a finales del primer año la amenaza del juicio político -por la firma del acuerdo de Itaipú- frenó esas acciones que eran el núcleo de su campaña.

“El no prometía sacarlo a Cartes, pero si básicamente castigarlo por el exceso de corrupción que dejó su gobierno, o sea terminó bastante mal el primer año luego de haber comenzado bien. El bajísimo crecimiento económico no fue responsabilidad suya, pero afectó a las posibilidades de buen gobierno”, subrayó.

Caiga quien caiga

En cuanto a este segundo año, la politóloga señaló un retroceso en su promesa de caiga quien caiga.

La pandemia Covid-19  desnudó la debilidad y la fragilidad del Estado paraguayo, sumado a los niveles de corrupción que  se mantienen en cuanto a compras públicas lo cual sin dudas afecta también directamente a Abdo.

“Entre los datos bien malos que van a aparecer a fin de año de pobreza, hogares que perdieron ingresos, crecimiento negativo en todas las áreas productivas y de trabajo, vuelve a pactar por segunda vez con el Cartismo lo que supone bastante más impunidad” agregó.

Rehén

En esta línea afirmó que se van a seguir repitiendo porque el mecanismo de Cartes es chantajearlo para después pactar: amenazarlo con juicio político, amenazarlo con sacarle mayoría en el parlamento para después volver a pactar: “esto va a seguir hasta el fin” predijo.

El partido colorado tiene mayoría en diputados, pero dos facciones y se suma a ello la “vieja tradición” de los grandes partidos políticos de cambiar de bando de acuerdo a intereses

“Mientras no tenga mayoría no puede conseguir el gran desafío: la autorización para créditos, para renegociación o colocación de bonos. Cualquier proyecto del Ejecutivo que vaya al parlamento precisa de mayoría para bien o para mal.

Centro a Mazzoleni

En términos del sector técnico de Salud, el ministro Julio Mazzoleni llevó adelante buenas  acciones, pero “vamos a ver si aguanta hasta el final” acotó.

“El problema es la corrupción  empotrada  y que está detrás de todos los ministerios y que la Justicia es muy lenta para castigar los poderes factos que están detrás  y que son muy poderosos, al final estamos mendigando insumos, colaboración externa,  ¡patético es!” indicó.