Educación superior: introducción y problema

En la actualidad, la educación superior enfrenta un desafío crucial en cuanto al uso y la integración de herramientas digitales en la práctica docente, la evolución de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) ha generado una transformación significativa en la manera en que los docentes gestionan su labor académica, tanto en el aula como en la investigación.

La necesidad de que los profesores desarrollen una competencia digital robusta se ha vuelto fundamental, no solo para acceder a recursos tecnológicos, sino para poder implementarlos de manera efectiva en su práctica diaria. Como señala Gilster (1997), la competencia digital no solo implica el manejo de las tecnologías, sino también la capacidad crítica para evaluar y aplicar dicha tecnología en contextos específicos.

A lo largo de los últimos años, diversos estudios han señalado la importancia de evaluar la competencia digital de los docentes, especialmente en su rol como investigadores, para entender cómo los recursos digitales impactan y potencian su capacidad de formular preguntas de investigación, gestionar datos y comunicar resultados, sin embargo, aún existen pocos instrumentos que permitan medir específicamente la competencia digital en el ámbito de la investigación académica, siendo este uno de los vacíos que pretende abordar este estudio.

Según Tejada et al. (2020), la medición precisa de estas competencias siguen siendo un reto en muchas instituciones académicas, lo que dificulta el diseño de políticas efectivas para la integración de las TIC en los procesos investigativos.

El objetivo principal de esta investigación es diseñar y analizar un instrumento que evalúe los factores que inciden en la adquisición de competencias digitales de los docentes en el ámbito de la investigación, en particular, se enfoca en identificar cómo los recursos digitales utilizados por los docentes pueden mejorar su capacidad para desarrollar procesos investigativos más eficientes y efectivos. Como lo menciona Mishra y Koehler (2006), los docentes deben integrar el conocimiento pedagógico con las herramientas tecnológicas disponibles para mejorar sus prácticas educativas, una propuesta que también es aplicable al proceso de investigación.

Para ello, se ha utilizado un modelo que integra aspectos psicométricos fundamentales, permitiendo medir las dimensiones clave relacionadas con el uso de herramientas digitales en la investigación, como la búsqueda, análisis y difusión de los resultados de investigación, este modelo, basado en los resultados de encuestas aplicadas a docentes de educación superior, toma en cuenta aspectos como la familiarización con plataformas digitales para la gestión de información científica, la capacidad de utilizar herramientas de análisis de datos, y las competencias en la comunicación de los hallazgos a través de medios digitales.

En este sentido, las investigaciones de Anderson (2008) subrayan la importancia de las herramientas digitales en la mejora del acceso a la información, facilitando tanto el proceso de recolección de datos como su posterior análisis.

Además, el modelo considera factores externos que pueden influir en el nivel de competencia digital, como el acceso a infraestructura tecnológica, la formación continua en TIC, y la actitud del profesorado hacia la integración de la tecnología en su labor investigadora, como argumentan Puentedura (2013) y Redondo (2015), el entorno tecnológico y la actitud hacia la innovación tecnológica son factores claves que determinan el grado de adopción de las TIC por parte de los docentes, influenciando directamente su eficacia en el uso de las herramientas digitales.

El análisis de estos factores permitirá proporcionar una visión integral sobre el estado actual de la competencia digital en el contexto educativo y ofrecer recomendaciones para mejorar la capacitación docente en el uso de las tecnologías digitales, contribuyendo a la mejora de los procesos de investigación académica y, por ende, a la calidad educativa en las instituciones de educación superior de Paraguay, a través de la implementación de este modelo, se espera ofrecer un marco de referencia que facilite la evaluación y el desarrollo de competencias digitales de los docentes, tal como lo proponen autores como Salinas (2019), quien resalta la importancia de la evaluación continua para mejorar la formación digital en la educación superior.