Qatar 2022: primera jornada y las sorpresas

UNO

El miedo escénico es el que le tenemos a la audiencia. El concepto lo extraje de un artículo que escribió García Márquez acerca del terror que sentía cuando enfrentaba al público. Y no importaba el hecho de tener que leer el discurso. Era un miedo imbatible para él. Jorge Valdano, conceptualizando el miedo escénico.

Los jugadores cataríes se cagaron. Son los campeones de Asia, aun así, la coyuntura los superó. Roberto Alfredo Perfumo -exjugador y licenciado en Psicología Deportiva ya fallecido- escribía una columna deliciosa acerca de los secretos del fútbol en la que explicaba los porqués del juego, sazonado con su sapiencia y usando lenguaje coloquial para conceptos abstractos.

Cuando salía a la cancha, no me importaba el rival y menos el público. Me creía el mejor y salía a avasallar a los contrarios. Roberto Perfumo.

Ecuador es un muy buen equipo. Encima Felipe Caicedo –un jugadorazo- no está, renunció. Me parece que debió golear. Aprovechar el momento. Sin embargo, no creo que Países Bajos ni Senegal sean superiores; pero es esto es un Mundial. Mucho ojo a eso.

No hay nada más difícil que jugar un Mundial. Todo se potencia al mil por ciento. Trabajar el factor psicológico es fundamental. Roberto Perfumo.

DOS

Se puede jugar el fútbol con once Kanes. Mauricio Pochettino, extécnico del Tottenham.

El Dortmund tiene un gran cazatalentos, indudablemente. Primero Haaland y ahora Bellingham. El, inglés de 19 años, justificó en 90 minutos, por qué los grandes equipos están detrás de él. Es un todocampista que cabecea perfectamente, y ambidiestro. En el Borussia es clave. El joven moreno -un metro ochentaiséis- está en la mira del Real para reemplazar a Modric.

Hizo trizas, junto a ese crack que se llama Harry Kane, a Irán. Ambos fueron fundamentales. Hasta Sterling se contagió y anotó un golazo. Saka, ídem. En una comodísima tarde, Maguire –como siempre- se las arregló para dejarse ganar la espalda, e Irán descontó. Si bien el rival era endeble, lo que trajo loas fue el funcionamiento en sí. Debe ratificar lo hecho ante USA –el ídolo Pulisic maneja la ofensiva– y un poderoso Gales.

Todo depende de la Rubia Albión.

TRES

No aparecieron las grandes figuras de Argentina. Y eso hizo que se inclinara la balanza para el lado de Arabia Saudita. Esto hay que tomarlo con mucha tranquilidad, aprender de los errores cometidos. Los partidos nunca se ganan antes de jugarlos. Yo creo que Argentina sobró un poquito al rival, muy cancheritos en algunos momentos, y lo pagó. Mario Kempes, exjugador.

Personalmente, no entiendo por qué Lisandro Martínez, uno de los mejores centrales de la Premier –si no el mejor- es suplente. Tampoco comprendo que Mc Allister -en estado de ebullición en la temporada– está en segundo plano, siendo un volante creativo y encima con gol.

Cierto cuando mencionan que Arabia Saudita se lo tomó como una final de Copa. El técnico francés copió el modelo de Holanda ’74 y Milán ’88/’90 de la defensa adelantada. Los delanteros argentinos cayeron ingenuamente diez veces en offside. Quedó en evidencia que muchos de ellos están tocados. Craso error. En un Mundial todos los atletas tienen que estar al 100 %.

Ante México hay que ganar. Mínimamente empatar. Y luego ganarle a una nimia Polonia. Limitadísima. Ni me imagino qué pensaran Lato, Deyna, Gadocha, Szarmach, Bonierk, entre otros, de esta mediocre selección.

Argentina depende de sí misma. Ni más, ni menos.

Entre tanto, México, que denostó exageradamente a Martino, mereció el triunfo. Su impericia lo condenó. No tiene cracks. Es el tercer equipo en la Concacaf, detrás de Canadá y EE. UU. No hay jugadores mexicanos en equipos de élite en Europa. Esa es la realidad.

Tiene la oportunidad histórica de eliminar a los argentinos del Mundial.

Será un partidazo.

CUATRO

El fútbol es un deporte que inventaron los ingleses, juegan 11 contra 11 y siempre gana Alemania. Gary Lineker comentarista de la BBC y exjugador.

Japón derribó el paradigma. Los germanos no supieron resolver el partido antes. Flick incentivó a los nipones cuando reemplazó a Gundogan, su mejor hombre. Por ende, sobrevino la hecatombe. Una característica intrínseca de los japoneses es la persistencia. ¡Y cómo corren! Atacaron una y otra vez a una defensa teutona que de a poco comenzó a ceder. Neuer salvó un par de ocasiones, pero se hizo justicia.

Ahora tiene que recuperarse ante la selección que mejor juega el fútbol en este Mundial: España.

Creo que es hora de que se deje de lado la frase “los alemanes siempre ganan”. Descansa en paz, Gary Lineker.

Tienes razón, Gary.

CINCO

Deschamps nunca quiso a Benzema. Le complicaba la vida. Tenía que cambiar su sistema de juego y eso no podía ser. Jamás. Francia ganó el Mundial agazapado, regalando la iniciativa al rival. Ergo, el contragolpe a 300 km/h con Mbappé a la cabeza. Tener a los dos mejores delanteros del mundo -en la selección- era un anatema para el técnico francés. Nunca una bendición.

¿Qué hubiera pasado si hubiera tenido disponible a los cinco 10 de Brasil 70? No lo sabremos nunca.

Sin el mejor 5 del mundo –Kante– ni Pogba, demoró 30 minutos para imponer condiciones. Griezmann y Kylian desnudaron las limitaciones de los australianos (de la que se salvó Perú). Goleó y luego puso el piloto automático. No más.

Mientras sea el técnico, Francia difícilmente brinde espectáculo. Dosifica el esfuerzo y gana, que es lo principal para el seleccionador, natural de Bayona.

SEIS

La influencia de Johan Cruyff alcanzó su grado más elevado en el periodo Guardiola, donde el cruyffismo alcanzó su apogeo, coronado por la selección en el Mundial de 2010. El legado de Cruyff se adivina 50 años después de su irrupción, interpretado por una excelente tropa de discípulos – Guardiola, Koeman, Eusebio, Laudrup… -y por la actual edición del Barça, cuya deuda con el genial holandés es inequívoca.Santiago Segurola, periodista español.

Aún recuerdo el Mundial ’78 y el ’82 cuando la furia española tenía como rasgo superlativo el temperamento, la furia. Era un dolor de ojos verlos jugar. Todo cambio a partir de los éxitos del Barcelona de Cruyff. En la selección, el sabio de Hortaleza llamó a un gran número de jugadores catalanes. Lógicamente, practicaron el juego que tenían impreso en sus genes: el tiki taka. ¿Y los demás? Simple, se acoplaron. Tener en cuenta que el fútbol también es contagio. Veintidós años después -de su Primera Copa del Mundo- están en posición de reclamar el trono nuevamente.

Si bien enfrente estaba Costa Rica, ya en la última Euro, la selección española había dado espectáculo. Fue superior a Italia. Lamentablemente, perdieron en los penales. En este primer partido, demostraron que -jugando al toque- nadie los iguala, ni siquiera Brasil. Tiene la posibilidad de mandar a casa a los alemanes. Inobjetablemente, es el que mejor juega.

Ahora es un placer verlos.