El IPS necesita una mascota para mover a sus asegurados

El Instituto de Previsión Social está nuevamente en  boca de todos y, principalmente, en las babas de  algunos políticos que han visto la “luz”  de dónde sacar plata para pagar las deudas que actualmente tiene la institución con los proveedores (me pregunto cómo se ha llegado a tan sideral monto), según se desprende de las noticias sobre este punto.

La cantinela de problemas que tiene relación con esa noble institución, creada justamente para la “prevención social”, pero ¿qué significa eso? Según mi mirada: asegurar una vida digna para los asegurados trabajadores que han llegado a la edad de jubilación y, por ende, para disfrutar de la última etapa de sus vidas.

Entiendo que ese es el caracú de la cuestión del IPS, además de ese esencial servicio que asegurará una jubilación digna que, a la postre, son nada más que los aportes de los asegurados equivalentes a varios años de trabajo. También tiene un servicio de salud que tiene como función principal el cuidado de la salud de los trabajadores durante todo el periodo activo de vida laboral. Pero una institución no puede funcionar sin tener un eje administrativo que lo mantenga, pues bien, también existe un fondo administrativo dentro de la estructura del IPS.

El Dr. Pedro Halley, abogado y especialista en pensiones, quien ha sido mucho tiempo funcionario del IPS, aclara en un video didáctico que está recorriendo por las redes sociales las funciones de los fondos del IPS. Según lo que Halley explica en su video, el fondo de salud obtiene el 39 % del monto total de los aportantes, el fondo administrativo 7 % y por último, el más esencial, el alma y cerebro del IPS: el fondo de jubilaciones, recibe un total de 54 % del total de los aportes.

Siempre de acuerdo a las informaciones del video, la deuda rondaría los 240 millones de dólares. ¿Cuál es la estrategia del proyectista para pagar la deuda? Al final de cuentas, pues saldría del fondo de salud hasta un 5 %. Según Halley, si llegara a ocurrir esto, en una forma muy fácil de entender, desangraría de entrada al fondo destinado a la salud y en el futuro podría revocarse que la deuda ya no se pague de ese fondo y, finalmente, se tendría que recurrir al fondo de jubilaciones, cuyo monto estimado anual sería actualmente de 615 millones de dólares, y un total de 2.200 millones de dólares en el sistema financiero bancario.

Violar la Constitución Nacional de nuestro tambaleado país es hasta habitual, no olvidemos el hecho reciente y aún fresco en la memoria de muchos, el intento de violación de la CN para prorrogar el mandato presidencial del expresidente Horacio Cartes, afortunadamente no ha tenido el efecto esperado por el ahora candidato a la presidencia de la ANR, pues la ciudadanía ha salido a las calles y ha dicho NO rotundo a tan alevosa maniobra de torcer los designios de la nación.

En estos años de transición democrática, nuestra CN ha sido avsallada varias veces, ya el lector podría hacer un flash back y traer al presente las veces que la CN ha sido violentada. Ahora mismo, con el proselitismo partidario extemporáneo, es otra muestra que la violación de la CN es un deporte nacional.

En esa línea, el Dr. Halley destaca que una vez más, en caso de seguir adelante con tal obsceno proyecto de un transnochado congresista, se estaría violando el art. 95 de la CN, que reza lo siguiente:

ARTICULO 95 – DE LA SEGURIDAD SOCIAL

“El sistema obligatorio e integral de seguridad social para el trabajador dependiente y su familia será establecido por la ley. Se promoverá su extensión a todos los sectores de la población.

Los servicios del sistema de seguridad social podrán ser públicos, privados o mixtos, y en todos los casos estarán supervisados por el Estado.

Los recursos financieros de los seguros sociales no serán desviados de sus fines específicos y; estarán disponibles para este objetivo, sin perjuicio de las inversiones lucrativas que puedan acrecentar su patrimonio”.

Cabe destacar que los fondos del IPS provienen de la patronal y de los trabajadores, en resumen: los dueños, per se, son de los aportantes. Ni el gobierno de turno ni el Estado pueden disponer como una libreta de almacén dichos fondos. Al contrario, estos entes deben proteger y blindar los aportes de los obreros.

Es hora de visibilizar a todos los aportantes y que tengan voz y voto social para evitar una vez más un manoseo al pueblo y, por sobre todo, defender la CN ante el advenimiento de un nuevo atropello.

Así como Tirika pudo mover a muchos paraguayos para alentar el talento de los atletas paraguayos, es imperativo que el IPS busque una mascota que anime a los aportantes a luchar contra políticos que quieren apagar la única llama que tienen hasta ahora los miles de asegurados.

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