“Nenecho”, OnlyFans y la hipocresía reinante

UNO

Lo eligieron más de doscientos mil votantes. Aun a pesar de los síntomas de corrupción, en plena pandemia. Dejame de joder. ¿Pensabas en serio que el intendente iba a cambiar algo, siendo que se está endeudando para pagar salarios del personal de la Muni? ¿Puede hacer obras cuando no tiene recursos ni ideas? Seamos serios. Y acá, parte de la culpa es de la oposición. Para muestra, un nombre: Augusto Wagner. Es liberal de nombre, pero no tiene ninguna característica como tal. Al contrario, es demagogo y clientelar. En otras palabras, es el típico político paraguayo. Apoyó, indiscriminadamente, al candidato colorado.

Un ciudadano lo confrontó, “Nenecho” se frustró y lo invitó a pelear. Cada vez más gente se atreve a cuestionar a sus políticos. La característica del paraguayo ha sido, en su mayoría, quedarse callado y no cuestionar. Si lo hacías, quedabas como el argel. De eso siempre se han aprovechado los partidos tradicionales. Tiene que suceder un hecho relevante para que esa gente que antes no protestaba, ahora lo haga. Es el hartazgo. O son los jóvenes millenials los cuestionadores.

El intendente asunceno es joven, pero con todos los vicios de los políticos tradicionales. No sabe cómo resolver los problemas, solo hacerse elegir.

En una ocasión, un joven político colorado, de apellido Viveros, se promocionaba –hace unos años- por las redes sociales. Solicitaba a la gente que le brinde ideas con respecto a su campaña. Se lo recriminé.

Si tengo que darte ideas, significa que no conoces a la gente, ni sus problemas. ¿Para qué quieres postular entonces? No me contestó en absoluto.

Al tal Viveros lo vi postular en las últimas elecciones por un partido ignoto. No fue elegido y se perdió en la frontera del olvido.

Un joven que desea lanzarse a la política debe recorrer el país y empaparse de los profundos problemas socio-económicos de sus compatriotas. Conocer el Paraguay, de punta a punta. No hay otra.

¿Tenemos esa clase de políticos?

No los tenemos, solo a improvisados que se ofuscan ante el continuo reclamo de la gente. Por ende, los invitan a moquetearse.

Hay una ausencia total de ideas.

DOS

Hace unos días atrás, a dos chicas influencers se les negó el acceso a restaurantes de lujo. A una, por su vestimenta; y a la otra, por ser una figura de OnlyFans. Creer que la vestimenta de una persona es impedimento para acceder a un lugar, es de cavernarios. No estamos en los años cincuenta. Que en pleno siglo XXI aún nos atosiguen estos hechos muestra lo conservadores e hipócritas que somos. A la otra chica la señalaron por el hecho de ser famosa en la plataforma donde sube fotos y videos de contenido sexual. La gente puede hacer con su cuerpo lo que desee. Nadie debe recriminarle. ¿Acaso olvidamos que somos un país con más del 40 % con familias disfuncionales, donde la mujer es la cabeza de familia? ¿O que somos la ciudad de Sudamérica con mayor cantidad de moteles per cápita?

Un conocido editor me contó en cierta ocasión que muchas de las familias adineradas hicieron su fortuna en tiempos del Sátrapa y aun añoran esos días. ¿A ellos se les niega el acceso a esos lugares?

¿Tenemos un sistema republicano donde todos los paraguayos se sienten iguales ante la ley? ¿Todos tenemos las mismas oportunidades? ¿O los que tienen un carnet de la ANR, son los que pueden acceder a un trabajo mejor remunerado? ¿Y los demás que se jodan?

¿Qué va a suceder cuando las jóvenes no puedan acceder a un trabajo digno, luego de obtener su título en la universidad?, ¿van a necesitar crearse una cuenta de OnlyFans para comprar una casa y el auto deseado?

Lo de la joven de marras es uno de los hechos que se van a multiplicar si seguimos con el mismo modelo de corrupción imperante. Y si la gente sigue eligiendo a los mismos ineptos.

Luego no nos quejemos.