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Opinión

No es un “yuyal”, es un humedal

POR Martín Ramírez Machuca
Dr. en Lingüística, Lenguas, Filosofía, Educación y Didáctica. Universidad de Kiel, Alemania.

Asunción ha estado en el foco mundial en estos días, gracias al promocionado evento, “Asunciónico” que, por las inclemencias del tiempo, fue cancelado. Los días previos al evento, los artistas invitados tuvieron tiempo de interactuar con la ciudadanía y con sus seguidores que iban tras sus pasos por la ciudad. Lo que más ha llamado la atención fue la conocida actriz, Megan Fox, quien estuvo acompañada de su pareja, el cantante Machine Gun Kelly. A esta pareja de artistas se le ocurrió visitar el “yuyal” de Asunción, claro, lo de yuyal, solo para aquellos que no tenían conocimiento del nombre técnico: humedal, un ecosistema que alberga a una cantidad de especies de aves y otros animales.

Personalmente estuve en esa parte de Asunción y pude constatar que el ciudadano común y corriente no dimensiona absolutamente el daño ecológico que provoca el relleno o refulado de los humedales. Existen especies de aves que toman esta parte de la ciudad como descanso de una larga travesía, allí se alimentan y cargan fuerzas para continuar el viaje. Este festival de aves, para los amantes de la naturaleza, es un bálsamo y bendición, pues es una valiosa oportunidad de observar una variedad importante de aves exóticas que visitan nuestra bahía.

Quizás Megan Fox y su pareja hayan tenido alguna información de ese lugar y lo quisieron ver personalmente, mientras que, para el normal de la ciudadanía asuncena significaría solamente un “yuyal”, frase viralizada en las redes. No solamente las personas que no tienen ninguna formación o conocimiento de la importancia de los humedales no le prestan atención a esta maravilla de la naturaleza, sino también están aquellas vinculadas con alguna empresa o grupos políticos que ven a este ecosistema como “yuyal”, o como territorio ocioso que debe ser recuperado para la construcción de edificios. En estos los días, se ha filtrado un dato sensible, el refulado de una parte de los humedales para la construcción de una estación de servicio. Este espacio, según las informaciones, fue cedido por la propia municipalidad, institución que debe velar por los espacios públicos y, especialmente, por el medio ambiente.

La presencia de los artistas en el lugar fue el detonante, como siempre, para que la ciudadanía descubra, se interese, conozca y aprenda de su propio desconocimiento o ignorancia de temas ambientales. ¿A quién podemos culpar este desconocimiento? ¿Al intendente, exparticipante de Calle 7, un programa de diversión de relleno de la TV paraguaya? En parte sí, pero la mayor responsabilidad creo que la tiene el sistema educativo del país. Es incomprensible que este sistema educativo no pueda formar ciudadanos útiles a la sociedad, con conciencia plena hacia su medio ambiente, a su alrededor, y a cuidar su entorno. Tuvieron que venir unos artistas para que esta problemática saltara y se convirtiera en tema de debate. Gracias a estos extranjeros se ha viralizado y se ha descubierto el “yuyal” de la costanera, que al final no es tal, sino humedal, ecosistema esencial para el equilibrio armónico del medio ambiente, especialmente para las especies que se nutren de ellos.

Con el fin de dar destaque a esta problemática, El Nacional apoya a menudo la importancia del medio ambiente con publicaciones referentes al tema. El 12 de febrero se llevó a cabo un recorrido científico y cultural por los humedales de la bahía de Asunción, evento que fue patrocinado por una institución cultural y la Municipalidad de Asunción.

Este tipo de actividades debe ser una constante en la bahía de Asunción. Sería altamente didáctico, quizás único y significativo que los escolares y estudiantes hicieran un recorrido por los humedales de la capital del país, especialmente aquellas instituciones que están asentadas en la capital. ¿Qué falta para lograr este recorrido didáctico?  Bajo mi mirada y experiencia en la docencia, prácticamente no hace falta nada, los elementos están allí, en los humedales.

Las escuelas y colegios de la capital podrían tomar la posta de organizar estos recorridos con la ayuda de especialistas y técnicos de los entes reguladores del medio ambiente.  El contacto con la naturaleza y aprender de la fuente misma generará interés en los niños, quienes en el futuro serán férreos defensores de su ambiente. Insto a las autoridades del MEC a elaborar estrategias que puedan impulsar actividades altamente significativas en la formación de los estudiantes del país en esta disciplina.

¡Que no haya más una Megan Fox que nos enseñe que no son yuyales, sino humedales!

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