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El ejemplo que inspira: dos adultos mayores se alistan al Cimefor para servir a la patria

María Cristina Maldonado y Luis Alberto Urunaga. Foto: Armada Paraguaya.

María Cristina Maldonado y Luis Alberto Urunaga. Foto: Armada Paraguaya.

El 2025 arrancó con una noticia que llena de orgullo y esperanza a los paraguayos. La masiva inscripción de aspirantes al Centro de Instrucción Militar para Estudiantes y Formación de Oficiales y Suboficiales (Cimefor) trajo consigo una participación récord, con 1.045 mujeres y 875 hombres iniciando su instrucción.

Entre las historias que conmueven, se destaca la de dos aspirantes que rompen barreras y paradigmas: María Cristina Maldonado, de 52 años, y Luis Alberto Urunaga, de 62 años, quienes decidieron alistarse al Cimefor Naval, demostrando que nunca es tarde para servir a la patria.

María Cristina es una docente jubilada, quien demostró poseer un espíritu inquebrantable y un ejemplo vivo de determinación, contó que su pasión estaba latente, ya que creció en los cuarteles porque es hija y nieta de militares. “Estoy usando el uniforme de mi hijo. Él se formó bastante en esa institución”, dijo con mucho cariño.

María Cristina Maldonado. Foto: Armada Paraguaya.

María Cristina Maldonado. Foto: Armada Paraguaya.

Por su parte, Luis Alberto, un metalúrgico y abuelo de seis hijos, compartió un mensaje inspirador ante los medios de comunicación presentes durante el acto: “Estoy en la reserva activa del área naval de Ciudad del Este. Cuando supe que el Cimefor reabriría después de 19 años, tomé la decisión de integrarlo. Les diría a los jóvenes que se presentan, para servir a la patria ya sus semejantes. No es como dicen que se sufre acá se está bien, y es el mejor lugar para amor a la patria, hoy”.

Luis Alberto Urunaga. Foto: Armada Paraguaya.

Luis Alberto Urunaga. Foto: Armada Paraguaya.

Ambos representan una nueva cara del compromiso ciudadano, no solo por su determinación de integrarse a la vida militar en una etapa avanzada de sus vidas, sino también por el mensaje que envían a las nuevas generaciones.

Maldonado y Urunaga destacan como ejemplos de que el servicio a la patria no tiene edad y de que el amor por el país puede transformarse en acción en cualquier momento de la vida.

María Cristina, orgullosa de tener un hijo en la reserva, y Luis Alberto, con su familia como principal motivación, muestran que la fuerza para servir proviene del corazón, no de los años. Sus historias han emocionado a miles en el país, recordándonos que el verdadero patriotismo trasciende edades y circunstancias.

Con este nuevo capítulo en la historia del Cimefor, los paraguayos celebran no solo el regreso de este programa tras casi dos décadas, sino también la riqueza de las historias humanas que lo integran. La participación de estos adultos mayores inspira y desafía a todos a recordar que la pasión por la patria puede mantenerse viva a cualquier edad.

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