Rescataron a jóvenes paraguayas en situación de esclavitud sexual en España

La Policía española rescató a 13 jóvenes paraguayas, víctimas de trata de personas, quienes eran obligadas a prostituirse en la ciudad de Valladolid. Las mujeres se encontraban en situación de esclavitud, hacinadas en condiciones infrahumanas en una sala de calderas y eran controladas a través de cámaras y de micrófonos.

De acuerdo a los reportes, las jóvenes tienen entre 23 y 27 años, cuando vivían en Paraguay se encontraban en situación de extrema pobreza por lo que fueron llevadas bajo engaños con la promesa de un futuro mejor.

Las víctimas apenas podían conciliar el sueño, eran obligadas a estar disponibles las 24 horas para los clientes y se encontraban bajo vigilancia constante. También se vieron exigidas a posar para fotografías con contenido sexual como una forma de atraer a los clientes.

Además, eran obligadas a firmar un falso contrato de arrendamiento para poder justificar, ante una posible acción policial, la apariencia de que las mujeres se encontraban ejerciendo la prostitución de forma libre en una habitación alquilada.

Cuando se realizaron las pesquisas en el edificio donde se encontraban las mismas, pudieron comprobar que dormían hacinadas en el cuarto de la caldera, en seis literas encajadas, a pesar de que el piso había sido un antiguo hostal y tenía una decena de habitaciones.

En la operación han sido detenidas cinco personas, tres mujeres y dos hombres, cuatro de ellos paraguayos y uno español, como presuntos responsables de los delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, favorecimiento de la inmigración clandestina, delitos relativos a la prostitución, contra la salud pública, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal, habiendo ingresado cuatro de ellos en prisión provisional.

De acuerdo a las declaraciones de la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, estas paraguayas víctimas de explotación sexual llegaban a Valladolid “engañadas por gente sin alma y acababan siendo esclavas”. Incluso, muchas de ellas, estaban a cargo a de sus hijos.

Lamentablemente, muchas de las víctimas habían sido captadas por sus propios familiares o al menos personas de su confianza en sus barrios vecinos. Al llegar a su destino, eran obligadas a ejercer la prostitución sin percibir ningún solo pago, bajo la excusa de que tenían que saldar la deuda de su traslado hasta España.