Exigen al Gobierno celeridad para casos de niños y adolescentes desaparecidos

Hay en Paraguay miles de personas siguen buscando a sus familiares desaparecidos ante un Gobierno que nada hace para hallarlos.

Según un informe emitido por la Coordinadora por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia de Paraguay (CDIA), solamente en el año 2021, la Policía Nacional registró 2.525 personas desaparecidas, de las cuales 1.306 tenían menos de 18 años y 1.026 eran niñas y adolescentes mujeres.

El alarmante informe incluye el dato de que, a la fecha, siguen sin ser localizadas 646 niñas, niños y adolescentes y 526 personas adultas.

Las cifras oficiales, proporcionadas por el Departamento Especializado de Búsqueda y Localización de Personas de la Policía Nacional de Paraguay, indica además que el 78,6 % corresponde a mujeres y que, el 21,4 % restante, a varones, incluyendo a muchos niños, niñas y adolescentes.

Del total de las cifras, se puede observar que, 88 víctimas son mujeres menores de 12 años, 68 son varones del mismo rango de edad, lo que totaliza 156 personas de dicha franja etaria.

Asimismo, 938 mujeres adolescentes de entre 13 a 17 años son las que están incluidas en el reporte y 212 varones de la misma edad.

Niños, niñas y adolescentes, las principales víctimas

El reporte indica que, del total de personas desaparecidas, 646 personas aún siguen con paradero desconocido, afortunadamente se ha localizado a 655 ciudadanos con vida y lamentablemente a otros 5 con el peor desenlace.

Desde CDIA advierten que el Paraguay no tiene un protocolo unificado de búsqueda y localización de personas, equipos especializados y recursos para evaluar riesgos y hacer un abordaje adecuado. Por lo que, el Gobierno no está colaborando actualmente con las familias de los desaparecidos de una manera integral. “En Paraguay principalmente desaparecen mujeres y niñas y el Estado no las busca”, afirman desde la organización.

“En el momento no está haciendo nada. Imagínense que el Departamento Antisecuestros tiene una infraestructura que no tiene nada, acá la cuestión es la falta de políticas públicas”, señaló sobre el punto a la 1020 AM, Aníbal Cabrera, responsable de CDIA.

Algunos casos emblemáticos que se volvieron mediáticos en Paraguay:

– La niña desaparecida en Emboscada, un hecho registrado hace más de dos años y que, hasta el momento no se tiene ninguna información sobre su paradero.

– El pequeño Miguel “Peño” Ozuna, hallado sin vida y en completo estado de descomposición en la zona del río Paraguay, hasta el momento las investigaciones no han podido resolver qué ocurrió con el pequeño.

– Antonio Augusto Streski Manjinski, estudiante brasileño que desapareció en extrañas circunstancias de su departamento compartido con amigos y compañeros.

– Mujeres buscadas por sus familiares, muchas de ellas halladas tras ser asesinadas por sus propias parejas.

– Las personas secuestradas presuntamente por el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), cuyos familiares aguardan desde hace años la información sobre sus paraderos.

Incluso, en su primera misa como cardenal, Adalberto Martínez recordó a las personas desaparecidas y exigió a las autoridades que realicen mayores esfuerzos, así como a la ciudadanía a que colabore por medio de la proporción de informaciones.

Paraguay vive hace 33 años en la era democrática; sin embargo, hoy son otros los victimarios responsables de la desaparición de personas ante un Estado que observa esta situación, sin invertir en mayores recursos para obtener mejores resultados en toda su dimensión.

Las familias no se cansan de clamar por sus seres queridos, algunos con la esperanza de que sigan con vida y mientras tanto se siguen preguntando ¿dónde están los desaparecidos?