Connect with us

Nacionales

Destacan postura de Paraguay ante uno de los mayores genocidios del siglo pasado

Valoran postura de Paraguay ante uno de los mayores genocidios del siglo pasado. (Foto Gentileza)

Valoran postura de Paraguay ante uno de los mayores genocidios del siglo pasado. (Foto Gentileza)

A 30 años de la matanza de Jodyalí, y en un marco internacional surcado de inestabilidad, el tener presente los sucesos de la localidad de Jodyalí en los territorios ocupados actualmente por Armenia en Nagorno Karabaj, nos permite no olvidar que entre los días 25 y 26 de febrero del año 1992, 613 civiles, entre ellos 108 mujeres y 83 niños, ofrendaron su vida a manos de una agresión militar que hasta el día de hoy mantiene al 20 % del territorio de Azerbaiyán en manos de Armenia.

La masacre de Jodyalí es uno de los actos más tenebrosos de violencia étnica de finales del siglo pasado y Paraguay, 17 países del mundo y más de 20 estados de EE.UU., aprobaron en su momento condenar el acto como un genocidio, “algo que valoramos mucho ante un hecho violento que significó una crisis en parte de Europa”, señaló Rashad Aslanov, embajador de Azerbaiyán en un acto realizado en la sede de la institución en el país.

Destacó que en ese entonces (1992) nuestro país sentó postura, “en repudio al uso de violencia de Armenia contra los hermanos azerbaiyanos y eso contribuye a no olvidar los hechos que se dieron”. El país se sumó a la postura de varios otros como México, Colombia, Honduras, Panamá, Perú, Guatemala y EE.UU. que tomaron postura.

En la noche del 25 y 26 de febrero de 1992, las tropas del ejército regular de Armenia, con el apoyo de las unidades motorizadas del ejército de la entonces URSS, ingresaron a Jodyalí y ejecutaron una matanza contra los civiles. La masacre atroz causó la muerte de 613 civiles, entre ellos 63 niños y 106 mujeres; 1275 personas fueron tomadas como rehenes, 150 personas aún siguen desaparecidas, porque nadie nunca pudo hallar evidencias sobre sus vidas o de sus restos.

El Embajador de Azerbaiyán dijo que “la masacre de Jodyalí es uno de los actos más tenebrosos de violencia étnica de finales del siglo pasado, un genocidio donde su motivo ha sido no solamente la conquista territorial, sino la intención de asesinar a los civiles por su identidad y origen étnico”.

El año pasado, se puso punto final a uno de los llamados “conflictos congelados” del mundo. La 2º Guerra de Nagorno Karabaj concluyó con la liberación de los territorios que Armenia había ocupado ilegalmente, desde hace casi treinta años, y fueron implementadas las cuatro resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. En un contexto de convulsión, en el transcurso del proceso de desintegración de la Unión Soviética, Armenia aprovechó las circunstancias para desplegar sus fuerzas armadas “con el objetivo de perpetrar una limpieza étnica brutal contra los azerbaiyanos y ocupar ilegalmente no sólo región de Nagorno Karabaj, sino otros 7 distritos adyacentes de Azerbaiyán.

Expulsados, muertos, desaparecidos, heridos; cerca del 10% de la población de Azerbaiyán se ha convertido en desplazados internos. Y dicha invasión no fue pacífica, sino que fue muy sangrienta y cruel, mediante el uso de los métodos fascistas. Así lo determinan numerosos documentos, investigaciones y pruebas oficiales”, señaló el Embajador de Azerbaiyán en Paraguay.

Masacre sangrienta

Uno de los capítulos más trágicos de estos hechos es la masacre de Jodyalí, aún pendiente de la justicia. El recuerdo y memoria de las víctimas de Jodyalí es también un clamor al mundo entero, para que nunca más vuelvan a ocurrir estas masacres injustificadas y criminales como las que Armenia ha cometido contra el pueblo de Azerbaiyán.

En su sentencia de 22 de abril de 2010, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos hizo la siguiente observación, que no deja dudas sobre la cuestión de la calificación del delito y la consiguiente responsabilidad del mismo: parece que los informes disponibles de fuentes independientes indican que en el momento de la captura de Jodyalí en la noche del 25 al 26 de febrero de 1992, cientos de civiles de origen étnico azerbaiyano fueron presuntamente asesinados, heridos o tomados como rehenes, durante su intento de huir de la ciudad capturada, por combatientes armenios que atacaban la ciudad.  La Corte calificó el comportamiento de quienes realizaron la incursión como actos de especial gravedad que pueden constituir crímenes de guerra o crímenes de lesa

El recuerdo y memoria de las víctimas de Jodyalí es también un clamor al mundo entero, para que nunca más vuelvan a ocurrir estas masacres injustificadas y criminales. El embajador en Paraguay Rashad Aslanov mencionó que el pueblo de Azerbaiyán recuerda a estas víctimas de la agresión armenia y pide justicia por ellas.

Click para comentar

Dejá tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD

Los más leídos

error: Content is protected !!