Connect with us

Nacionales

Sobre búhos y lechuzas

Lechucita común. Fotos. José María Paredes.

Lechucita común. Fotos. José María Paredes.

En esta época invernal en transición hacia la primera se comienzan a escuchar unas vocalizaciones muy particulares, más sonoras durante el crepúsculo y primeras horas de la noche, es que tanto búhos como lechuzas están en su temporada reproductiva y como muchas otras especies de aves y animales en general, esta es la época en la que fisiológica y anatómicamente, como también conductualmente se preparan para perpetuar la especie.

Ñacututu.

Ñacurutu.

Estas aves tan particulares, mayormente nocturnas y con sus ojos hacia adelante, hasta a veces parecen “agrandados” por el arreglo de sus plumas, tienen una capacidad para girar su cabeza, comienzan a vocalizar en esta época y dichas voces tienen diferentes funciones, mayormente para atraer a la hembra y también para marcar el territorio. Estas aves de las cuales tenemos 16 especies en Paraguay albergan a las lechuzas, lechuzones, búhos, ñakurutú, kavure, entre otros lo que muestra la rica diversidad de este grupo de aves.

Y voy veremos siete de estas especies en detalle para poder apreciar a estas aves tan “golpeadas” en historias y películas como aves asociadas a las penumbras, a la brujería y a la magia.

Kavure´i (Glaucidium brasilianum).

El kuvere’io caburé es una lechucita bien característica ya que es bastante diurna y se posa visiblemente y desde allí coquea y se menea balanceando su cola. En su nuca parece que tuviera otra cara. Esta es la más pequeña que describiremos hoy.

La lechucita común o kavure normalmente está oculta y es pasiva, con una vocalización aflautada y unas pequeñas “orejas” eréctiles. Esta es la lechuza que le sigue en tamaño, siendo mayor que el caburé, pero menor que las dos lechuzas siguientes.

La lechucita de las vizcacheras o urukurea chichi es bien terrícola y siempre se la ve bien erguida, debe su nombre a su asociación con las cuevas de vizcachas, también es de hábitos diurnos y pareciera “que saluda con la cabeza”. Es una especie común en praderas, campos y áreas rurales.

Lechucita de las vizcacheras.

La lechuza de los campanarios también conocida como suindá, de unos 36 cm de tamaño hace un fuerte chistido y largo matraqueo, habita diferentes ambientes e inclusive se la ve en áreas rurales, y acostumbra a habitar construcciones abandonadas.

El Lechuzón mocho chico o urukure’a mini tiene unos llamativos anteojos canelas, es una especie de bsoques , es una especie un poco menor en tamaño que el lechuzón mocho grande o urukure’aguasu, que es crepuscular, más robusto y tiene un notable antifaz negro.

Lechuza de los campanarios.

El ñakurutu o búho es el de mayor tamaño de este grupo y vocaliza con un sonido que hace honor a su nombre, sus “orejas” los distinguen bien y normalmente posa tranquilamente dejándose observar.

En general, la presencia de las lechuzas, pero en particular de los búhos, cerca de nuestras moradas o con su encuentro, se relaciona con un mal presagio para la mayoría de la gente., principalmente motivado por sus hábitos nocturnos y su habilidad para girar la cabeza.

Lechuzón mocho grande.

Lo que realmente es importante es que su presencia es altamente positiva, ya que nos indica que tenemos depredadores de primer nivel en ese lugar, estas especies desaparecen su existe un desequilibrio que afecte la disponibilidad de su alimento; estas aves no tienen nada que ver con lo negativo, por el contrario, su presencia nos indica calidad de hábitat, puesto que, si no hay presas, estas rapaces depredadoras no podrían existir.

Lechuzón mocho chico.

Y además, recuerden el importante rol que tienen para controlar especies que podrían transformarse en problemas para los seres humanos, como por ejemplo los roedores, entiéndase ratones, ratas que constituyen sus principales presas. Entonces, al ver una lechuza o un búho, reconozcamos el valor de estas especies y entendamos el mensaje que nos están dando, mientras ellas estén, nos indican que hay presas sobre las cuales alimentarse y muchas de estas presas, si no fuesen controladas por los búhos y lechuzas, serían un problema para nosotros.

Lechuza de los campanarios.

 

*Fotos: José María Paredes.

Click para comentar

Dejá tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Los más leídos

error: Content is protected !!