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China intensifica preparativos para una posible cuarentena marítima sobre Taiwán

Xi Jinping, presidente de China. Foto: DW.

Xi Jinping, presidente de China. Foto: DW.

Es alternativa al bloqueo total, según simulaciones y maniobras recientes del Ejército Popular de Liberación. Esta estrategia permitiría a Beijing aislar parcialmente al gobierno democrático de Taipei.

China evalúa la posibilidad de imponer una cuarentena parcial sobre Taiwán, utilizando su creciente capacidad naval y aérea para establecer inspecciones obligatorias a embarcaciones que se dirigen a la isla, según un análisis de maniobras recientes y fuentes consultadas por The Wall Street Journal. Esta estrategia, considerada menos disruptiva que un bloqueo total, podría permitir a Beijing ejercer presión directa sobre Taipéi sin interrumpir significativamente sus propias rutas comerciales.

Una cuarentena podría iniciarse mediante la imposición de nuevas regulaciones chinas para la navegación en torno a Taiwán, especialmente en el puerto de Kaohsiung, el más importante del país. Los buques que no cumplan con los requisitos podrían enfrentarse a prohibiciones de acceso a puertos chinos, lo que tendría un efecto disuasorio sobre navieras internacionales. Según personas familiarizadas con ejercicios de guerra simulados dirigidos por la presidencia taiwanesa, existen al menos una docena de variantes de esta táctica estudiadas por Beijing.

Las maniobras militares realizadas por el Ejército Popular de Liberación (EPL) muestran que China está preparada para llevar a cabo un cerco aéreo y naval en torno a la isla. En octubre, la Fuerza Aérea y la Marina china desplegaron un récord de 125 aeronaves y múltiples buques en ejercicios que simularon un bloqueo de Taiwán, según el Ministerio de Defensa Nacional de Taiwán. Estas maniobras incluyeron “ensayos de preparación para combate”, con prácticas de ataques a puertos y zonas terrestres, según el EPL.

El avance militar chino responde a una estrategia ordenada por el jefe del régimen Xi Jinping, quien ha fijado como meta el año 2027 para la modernización total de las fuerzas armadas. En este marco, el EPL ha alcanzado niveles de capacidad que le permitirían llevar a cabo una cuarentena o bloqueo en el estrecho de Taiwán, de acuerdo con evaluaciones del Departamento de Defensa de Estados Unidos, analistas independientes y autoridades taiwanesas.

El Center for Strategic and International Studies (CSIS) coincide en esta apreciación. “Creo que existe consenso tanto en Estados Unidos como en Taiwán en que si China quisiera, podría imponer una cuarentena o bloqueo hoy mismo”, dijo Bonny Lin, asesora sénior del CSIS. Según Lin y otros investigadores del centro, una cuarentena sería el primer paso para testar la voluntad de reacción de Washington y sus aliados, sin llegar aún a una invasión abierta.

Una cuarentena marítima permitiría a China aumentar la presión sobre Taiwán sin recurrir de inmediato a un enfrentamiento militar directo, según analistas del CSIS y expertos taiwaneses. Esta estrategia consistiría en utilizar agencias de seguridad marítima chinas para interceptar barcos que transportan suministros esenciales hacia la isla, bajo el pretexto de inspecciones o cumplimiento de regulaciones unilaterales. A diferencia de un bloqueo, considerado un acto de guerra bajo el derecho internacional, una cuarentena podría ofrecer a Beijing una justificación legal interna y minimizar la reacción internacional inmediata.

Una de las tácticas planteadas incluye focalizar los controles en Kaohsiung, el principal punto de entrada de mercancías en Taiwán, donde se concentra buena parte del tráfico de contenedores, energía y alimentos. Esta medida permitiría a China interrumpir selectivamente los suministros vitales sin paralizar por completo la economía regional ni sus propias exportaciones.

Otra herramienta potencial sería el control del tráfico de gas natural licuado (GNL) que transita por el mar de la China Meridional, una ruta clave para los cargamentos energéticos que abastecen a Taiwán. Desde hace años, Beijing ha reforzado su presencia en esta zona mediante reclamaciones territoriales y construcción de bases en islas artificiales, lo que le otorgaría capacidad para desviar o retener buques cisterna en tránsito.

Además, el uso de la milicia marítima civil —una flota no oficial de embarcaciones con funciones paramilitares— permitiría a China vigilar, hostigar o bloquear buques comerciales bajo una fachada no militar. Esta táctica, que ya se ha utilizado en disputas en el mar de la China Meridional, reduciría el riesgo de un choque armado directo con fuerzas extranjeras.

Para complementar estas acciones, China podría acompañar la cuarentena con ciberataques a infraestructuras logísticas y comunicaciones de la isla. Según autoridades taiwanesas, los ejercicios militares chinos en la región suelen coincidir con un aumento notable en la actividad cibernética hostil, lo que sugiere que una operación de bloqueo o cuarentena incluiría un componente informático destinado a desestabilizar los sistemas de mando y control de Taipéi.

Un intento de bloqueo o cuarentena sobre Taiwán provocaría de inmediato una crisis internacional, con implicaciones militares, económicas y diplomáticas para varias potencias. Según The Wall Street Journal, funcionarios y analistas coinciden en que una acción de este tipo forzaría una respuesta del Ejército taiwanés, pondría a prueba la disposición de Estados Unidos a intervenir y desataría un debate urgente sobre la imposición de sanciones coordinadas contra China en Europa y Asia.

El gobierno estadounidense mantiene desde hace décadas una política de ambigüedad estratégica respecto a Taiwán, sin reconocerla como país independiente, pero comprometiéndose a ayudar a su defensa bajo la Ley de Relaciones con Taiwán.

Según Huang Chung-ting, analista del Instituto de Investigación sobre Defensa y Seguridad Nacional de Taiwán, el papel del presidente estadounidense será decisivo para disuadir a Beijing. “El peor escenario que podríamos enfrentar es un aislacionismo total por parte de Estados Unidos, en el que Washington se retire por completo de los asuntos del estrecho de Taiwán”, advirtió Huang.

Además, un bloqueo sobre Taiwán afectaría directamente al comercio global, especialmente en el sector tecnológico. Taiwán es uno de los mayores productores de semiconductores, esenciales para la industria electrónica mundial. Cualquier interrupción en el transporte marítimo desde la isla podría paralizar cadenas de suministro en sectores clave como automóviles, telecomunicaciones y defensa.

El riesgo de escalada militar también es considerable. La presencia de buques y aviones estadounidenses en la región ha aumentado, en coordinación con ejercicios conjuntos con Japón, Corea del Sur y Filipinas. Cualquier error de cálculo durante una operación china podría derivar en un enfrentamiento armado directo entre potencias nucleares, un escenario que preocupa a altos mandos militares y diplomáticos.

Fuente: Infobae.

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