Nuevas estrategias para combatir incendios y salvar vidas

El cambio climático está haciendo que los incendios forestales sean más frecuentes y más destructivos. Los científicos piden un replanteamiento radical de cómo combatirlos.

En todo el planeta, el cambio climático está haciendo que los incendios forestales sean tan peligrosos que las estrategias de extinción ya no funcionen: “De repente, los bomberos se enfrentan a incendios que ya no se ajustan a las normas”, afirmó David Bowman, profesor de pirogeografía y ciencias del fuego en la Universidad de Tasmania, quien investiga los incendios desde hace cuatro décadas.

Ahora arden “durante la noche, se comportan como si la noche fuera día”, dijo Bowman, preocupado por la temporada de incendios en Australia, que comenzará en diciembre.

En Canadá, por ejemplo, los bomberos informaron sobre incendios tan intensos que el agua lanzada por los aviones se evaporaba antes de tocar el suelo. La temporada de siniestros en Canadá dura hasta octubre, pero 2023 ya es la peor desde que existen registros.

¿El cambio climático aumenta el riesgo de incendios?

No existe una causa única: los cambios en el uso de la tierra y la pésima gestión forestal contribuyen al empeoramiento de los incendios.

Pero el cambio climático, provocado por el hombre, aumenta el riesgo de incendio en muchas partes del mundo, según Mojtaba Sadegh, profesor asociado de ingeniería civil en la Universidad Estatal de Boise, Estados Unidos.

Humareda a causa de incendio. Foto referencial. DW.

Además, “las condiciones secas, calurosas y ventosas, que son una receta para grandes incendios, son cada vez más frecuentes en muchas regiones”, afirmó Sadegh. “La sequedad conduce a más calor, el calor conduce a más sequedad”, explicó.

Los incendios más intensos y de mayor tamaño generan tanto calor que crean sus propios patrones climáticos, afectando la dirección del viento y provocando que el fuego se propague más rápidamente, como el gran incendio en Oregón en 2021.

Carrera contra el fuego

La nueva generación de incendios ha fomentado nuevos enfoques. Bowman sostiene que los políticos pueden verse tentados por compras tecnológicas costosas, que dañan el suelo y, a menudo, son ineficaces debido a la niebla o las turbulencias.

El experto agregó que “se llega a una situación en la que los incendios pueden ser tan intensos que no se pueden combatir. Ya no existe ninguna tecnología”. Ante ese escenario, Bowman tiene un plan de escape que incluye una bicicleta y un kayak si su ciudad natal, Hobart, en la isla de Tasmania, ardiese.

Códigos más estrictos

Sadegh sugiere la implementación de códigos de construcción más estrictos para proteger los hogares contra los inevitables riesgos de incendio: construir casas más separadas y limpiar la vegetación antes de que comience la temporada más seca.

Sadegh dijo que el incendio en Lahaina, Hawái, donde fallecieron más de 100 personas, podría haber sido mucho menos destructivo si se hubiese limpiado la maleza de los terrenos agrícolas abandonados.

Además hubo una infraestructura de evacuación deficiente. “Muchas personas fallecieron quemadas en sus coches mientras intentaban huir”, explica Sadegh. “Tenemos refugios contra tornados en partes del este de Estados Unidos. Es hora de que pensemos en refugios contra incendios en comunidades que son difíciles de evacuar”.

Quemas controladas y preventivas

En 2022, el Servicio Forestal del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos publicó una nueva estrategia para enfrentar los incendios forestales, pidiendo un “cambio de paradigma en las prácticas de gestión de la tierra”.

Alrededor de una cuarta parte de Estados Unidos tiene un riesgo moderado o muy alto de sufrir incendios forestales.

La nueva estrategia del servicio implica quemar deliberadamente, en condiciones controladas, la vegetación inflamable. Los pueblos indígenas de Australia y Estados Unidos practicaban la “quema controlada” mucho antes de la colonización europea.

Pero incluso esta estrategia enfrenta problemas: se ha reducido la cantidad de días propicios y, en condiciones extremas, los incendios se propagan en la copa de los árboles y no en la maleza.

Canadá tiene la política de dejar que los incendios se extingan por sí solos en lugares remotos donde no haya seres humanos, pero las grandes cantidades de humo son peligrosas.

Según un informe de 2022 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, “debemos aprender a vivir con el fuego”.

Fuente: DW.