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Carnaval de Brasil renace con brillo tras las restricciones y guiñando al nuevo gobierno
Ensayo Portela en Sapucai. Riotur
El Carnaval 2023 promete ser el mejor y más grande de los últimos años. Tras dos años suspendida, la fiesta vuelve con toda su fuerza y se espera que movilice a unos 46 millones de personas en los destinos tradicionales del carnaval, según datos del Ministerio de Turismo. Los días que van del 17 al 22 de febrero las celebraciones regresan con ánimo para homenajear al Rey Momo por partida doble, tras las suspensiones de 2021 y 2022. Caetano Veloso, Carlinhos Brown Daniela Mercury y Anitta serán algunas las estrellas de una fiesta que también homenajeará a la recientemente fallecida Gal Costa.
Río de Janeiro, con un guiño especial al sistema democrático
El lema oficial del carnaval más emblemático de Brasil será un homenaje a la democracia, a menos de dos meses de la asunción del presidente Luiz Inácio Lula da Silva y de los graves disturbios y destrozos que activistas favorables al exmandatario Jair Bolsonaro causaran en las sedes del palacio presidencial, el Congreso y la Corte Suprema, el pasado 8 de enero en Brasilia.
“Celebremos nuestra democracia durante este carnaval. ¡Distribuiremos estas pancartas y banderines en todas las comparsas y escolas de samba para dejar claro cuánto valoran los cariocas la democracia ¡Carnaval de la democracia 2023!”, posteó el intendente de Rio de Janeiro, Eduardo Paes, en sus redes sociales para anunciar cuál será el lema de toda la cartelería del primer carnaval post-pandemia: Carnaval da democracia: deu samba (en castellano sería “Carnaval de la democracia: ganó el samba”).
La ciudad que respira música y cultura está en modo Carnaval desde fines de enero, con cientos de ensayos de músicos y artistas que se preparan para la gran celebración, la mayoría abiertos al público. Divertido y gratuito, el “Carnaval de Rua” ya comenzó, con decenas de comparsas (blocos) desperdigadas por toda la ciudad, con una programación disponible en tres idiomas en una APP del gobierno carioca. La ciudad prevé recibir unos cinco millones de visitantes este año (la última edición integral de la fiesta fue en 2020) con permisos para eventos de calle, despliegue especial de seguridad pública, baños químicos, asistencia médica en lugares de gran afluencia y detectores en los accesos para que nadie ingrese con objetos cortantes ni recipientes de vidrio, un sistema que se implementó en la última edición del Reveillon de Copacabana.
En Río, las comparsas se clasifican en blocos y megablocos: los primeros con afluencia moderada, barriales, más acotados y en general con música en vivo, y los segundos con decenas de miles de asistentes. La cara del carnaval carioca suele estar allí, donde la gente (de diversas edades, si bien hay algunos solo para niños) va disfrazada y entregada a la celebración, que está organizada en operativos de seguridad ya que se cortan calles para dar paso a los tríos eléctricos (camiones con equipos de música y artistas que cantan en vivo), y a quienes siguen la ruta de la música con bailes y saltos. Algunos de los megablocos más concurridos de Río (de 100 a 600 mil personas, en promedio) son Cordão da Bola Preta, Bloco da Anitta (de la cantante homónima), Chora Me liga, Carrossel de Emoções, Bloco da Lexa y Monobloco. Una tradición carioca es el combo bloco+playa en una misma jornada, ya que el calor en esta época fácilmente supera los 40º C.
Quienes ingresen al Sambódromo de Sapucaí, (cuyas entradas cuestan entre R$ 80 y 300 para público general), podrán conocer el nuevo sistema de iluminación con luces de colores para que combinen con los desfiles de las escolas, y un nuevo protocolo de control de ruidos para mejorar la calidad del espectáculo, que suele ser superlativo. En los hoteles, las expectativas apuntan a un 100 % de ocupación, lo mismo que alquileres temporarios, en la que quizá sea la más alta temporada del año en Rio de Janeiro en términos de precios de alojamiento. Las autoridades de la ciudad prevén que el carnaval 2023 genere ingresos a la economía local superiores a los mil millones de dólares.
Salvador (Bahía), etnoturismo y fiestas gratuitas
Desde el 16 hasta el martes 21 de febrero, el Rey Momo toma posesión oficial de las llaves de Salvador, aunque las celebraciones de pre-carnaval comienzan desde fines de enero. Febrero es el mes en el cual brillan los rituales de la cultura carnavalesca de Bahía, destacada por su sincretismo cultural y religioso. La influencia afro es el sello del carnaval, y está representada por agrupaciones como el bloco Ilê Aiyê en las calles del barrio Liberdade, los tambores de Olodum, o la comparsa Filhos de Gandhy , entre otros.
A diferencia de otras capitales como Rio o San Pablo, en Salvador no hubo carnavales extraoficiales en 2021 y 2022, por lo que este año la expectativa es de fiesta intensa y calles abarrotadas. El programa oficial incluye siete días de festejos repartidos en seis circuitos oficiales de desfiles, y el pre-carnaval con los blocos Fuzuê (11/2), Furdunço (12/2) y los desfiles de bloquinhos con bandas de viento y percusión el miércoles 15 de febrero. Hay dos expresiones que cualquier turista debe conocer antes de adentrarse en el universo del carnaval de Bahía: carnaval com corda y carnaval sem corda; el primero se celebra en la calle pero está delimitado y es pago, con derecho al desfile detrás de los tríos eléctricos, presentaciones de artistas famosos y bebidas incluidas; el segundo (en castellano sin cuerda) es de acceso libre, y desde allí se disfruta de la fiesta con menos comodidades, pero con el mismo calor ambiental y emotivo. El gobierno del estado anunció esta semana que buscan ampliar las atracciones gratuitas. “Volvemos a la esencia del Carnaval y tendremos 80 tríos eléctricos sin cuerdas en 2023, lo que hará que la fiesta sea cada vez más democrática”, informó el vicegobernador de Bahía, Geraldo Júnior.
En las últimas semanas, los espectáculos y ensayos previos al carnaval, que se llevan a cabo todos los días de la semana, han registrado llenos encabezados por artistas muy populares a nivel nacional como Timbalada, Ilê Aiyê, Cortejo Afro, Olodum, Xanddy Harmonia, Léo Santana y Psirico. En el céntrico barrio de Pelourinho (ubicado en el casco histórico de la ciudad), el tema de la fiesta será Eu Sou um Carnaval em Cada Esquina, un homenaje a Moraes Moreira (1947-2020), ícono de la música popular bahiana. Habrá conciertos en escenarios y desfiles de blocos por las calles y cuestas del centro histórico. La megaestrella Ivete Sangalo abrirá oficialmente el circuito Barra-Ondina al mando de un trío eléctrico que desfilará abierto al público (sin cuerda), y el percusionista Carlinhos Brown actuará como líder de la agrupación Timbalada, que celebra 30 años de existencia.
La Asociación Brasileña de la Industria Hotelera de Bahía prevé una ocupación del 95 % en los hoteles y posadas de la capital bahiana durante el Carnaval, con una fuerte demanda también en la costa norte, sede de uno de los mayores polos de hoteles y resorts del país. Según el Ministerio de Turismo, el flujo de visitantes al carnaval de Salvador será 30 % mayor que en 2020, la última edición antes de la pandemia.
Recife y Olinda (Pernambuco): Caetano Veloso inaugura la fiesta
El regreso del Carnaval tras dos años sin celebración por la pandemia tendrá como emblema el tradicional -y multitudinario- desfile del bloco “Galo da Madrugada”, en Recife, donde la ocupación hotelera ya supera el 90 % de la capacidad total. El desfile del gallo gigante (cuyo “vestuario” de vuelta a la actividad es un enigma, ya que cambia cada año) está pautado para empezar a primera hora del sábado 18, con el final del recorrido pautado para las seis de la tarde y con previsión de convocar más de un millón de personas durante su travesía por los puentes de la capital. En la víspera, la noche del 17 de febrero, el carnaval será inaugurado con un show de Caetano Veloso en la plaza Marco Zero, uno de los polos céntricos de la capital pernambucana, junto a grandes artistas como Geraldo Azevedo, Alceu Valença, Fafá de Belém, Chico Cesar, Duda Beat y Maestro Forró.
El regreso del carnaval después de dos años de pausa será resaltado por las autoridades en toda la decoración de la ciudad, cuya fiesta es considerada la más divertids del Nordeste. Allí la banda sonora no es el samba, sino el frevo, ritmo que se caracteriza por el dominio de trompetas y trombones. Para los más audaces es propicia la ocasión para conocer a la gran estrella del carnaval de Olinda (la ciudad colonial ubicada a siete kilómetros de Recife): el Hombre de Medianoche, un muñeco gigante que sale de su escondite en medio de un estallido de alegría y fervor de la multitud, para pasearse por las calles empinadas y declarar el inicio de la celebración que termina el miércoles de ceniza.
San Pablo (San Pablo): comparsas para todos los públicos
A pesar de no ser conocida por su tradición carnavalesca, la mayor ciudad del país lo compensa con la vida nocturna más activa del país y una lista de más de 500 comparsas programadas por toda la capital entre los días 11 y 22 de febrero: la lista incluye blocos afro, LGBT, infantiles, con música en vivo (sin tríos eléctricos, una suerte de carnaval unplugged) y los tradicionales con camiones de sonido. La capital paulistana también cuenta con megablocos, de esos que atraen a centenas de miles de fiesteros, como el tradicional Académicos do Baixo Augusta (en la céntrica Rua da Consolaçao), que este año desfilará con la agrupación bahiana Olodum y rendirá homenaje a la cantante Gal Costa, fallecida a fines del año pasado. En la celebración está anunciada también la actuación de Daniela Mercury. El carnaval de escolas paulistanas se desplegará el fin de semana del 17 y 18 en el sambódromo de Anhembí, con 14 agrupaciones compitiendo por el premio mayor, que en su última edición ganó Mancha Verde, una escola que nació como desprendimiento de la hinchada del club de fútbol Palmeiras. Los precios de las entradas comienzan a partir de los R$ 90, y 40 % de la boletería tiene precios preferenciales para estudiantes y jubilados.
Balance 2022
Brasil recibió 3.630.031 turistas internacionales en 2022, de los cuales 28,4 % llegaron desde la Argentina. El estado que más turistas internacionales recibió en 2022 fue San Pablo, con 1.505.129 viajeros, seguido de Río de Janeiro (652.962) y Paraná (522.832), con 67 % de las llegadas por vía aérea y 29 % vía terrestre. El mes con más llegadas de extranjeros a Brasil fue diciembre, con 529.038 ingresos por los puestos fronterizos. Los principales emisores de turistas internacionales a Brasil en 2022 fueron Argentina (1.032.762), Estados Unidos (441.007), Paraguay (308.234), Chile(202.470) y Uruguay (180.064).
Los 10 principales emisores de turistas internacionales a Brasil en 2022
1) Argentina – 1.032.762
2) Estados Unidos – 441.007
3) Paraguay – 308.234
4) Chile – 202.470
5) Uruguay – 180.064
6) Portugal – 149.747
7) Francia – 130.910
8) Alemania – 120.670
9) Bolivia – 90.694
10) Reino Unido – 87.909
Fuente: Embratur y Policial Federal
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