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Sistema de salud de Corea del Sur vence al Covid-19

El país asiático viene invirtiendo fuerte hace 70 años en salud pública. Foto: WEF

El país asiático viene invirtiendo fuerte hace 70 años en salud pública. Foto: WEF

Durante una pandemia se pone en evidencia más que nunca la importancia de contar con un sistema de salud confiable y ampliamente accesible.

Hoy en día ha quedado dolorosamente claro que los países no pueden ir tras el logro del desarrollo económico y, a su vez, asumir que el sistema de salud se desarrollará de manera paralela.

En cambio, deben hacer lo que hizo Corea del Sur: concebir estrategias específicas para una prestación eficaz de servicios de salud que vayan de la mano con esfuerzos más amplios de desarrollo social y económico.

A lo largo de la última década, la moderna y robusta infraestructura sanitaria de Corea del Sur ha permitido que este país enfrente múltiples e importantes crisis sanitarias.

La crisis COVID-19 no ha sido distinta. Si bien Corea del Sur enfrentó uno de los mayores brotes iniciales a nivel mundial fuera de China, este país logró contener el virus rápidamente, sin imponer un confinamiento que cubra todo el territorio nacional.

Éxito tuvo sus inicios mucho tiempo atrás

El rápido ascenso de Corea del Sur desde ser un país de bajos ingresos a convertirse en un Estado de altos ingresos se produjo junto con una drástica mejora de los resultados en materia de salud. De 1960 a 1990, la tasa de mortalidad infantil se desplomó, de 80 muertes por cada 1.000 nacimientos a sólo 13, y la esperanza de vida promedio al nacer aumentó de 55 a 72 años.

Esto no fue obra de la casualidad. El gobierno de Corea del Sur comenzó a invertir en la atención de la salud de manera muy temprana durante el proceso de desarrollo, especialmente con el propósito de garantizar que los servicios estuvieran disponibles para las comunidades rurales y las personas pobres.

En la década de 1950, el gobierno estableció centros de inmunización en todas las ciudades y pueblos.

A partir de la década de 1960, cuando el ascenso económico de Corea del Sur apenas comenzaba, el gobierno introdujo incentivos para garantizar que los médicos estuvieran disponibles en todas partes.

Por ejemplo, se comisionó a médicos que trabajaban en la práctica privada para que fueran médicos públicos; así mismo, los estudiantes de medicina podían recibir becas a cambio de comprometerse a trabajar después de graduarse en una zona desatendida durante un período que fluctuaba entre 2 a 5 años.

Recursos

Pero el gobierno de Corea del Sur no sólo garantizó el acceso a los recursos de salud; se aseguró de que las personas los usaran. En 1954, promulgó una ley que obliga a que los niños menores de 14 años sean vacunados. Esto, junto con la accesibilidad de los centros de salud comunitarios y el apoyo de los asesores de la Organización Mundial de la Salud, hizo que las tasas de vacunación se elevaran rápidamente y se contuvieran muchas enfermedades transmisibles agudas.

En Corea del Sur no se han reportado casos de viruela desde 196l, de tifus desde 1968, o de poliomielitis desde 1984.

Fuente:WEF

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