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Lifestyle

Adictas al sexo, adictas al chocolate

POR Sandra Lustgarten
Psicóloga, sexóloga. Matrícula N.º 19529.

La adicción sexual es una de las patologías más presentes hoy en la vida de hombres y mujeres, con una fuerte tendencia en los casos de sufrimiento intenso o una problemática carente de solución inmediata, situacional o por inconformidad en la vida de las relaciones, resulta llamativo que se dé tanta trascendencia a una patología que hoy está motivada por diferentes modelos que se presentan como propios de imitación, que se exponen de forma invasiva promoviendo una conducta, que se estimula de forma engañosa en cuanto a un modelo que promete mayor intensidad en la forma de vivir y sentir la sexualidad, cuando resulta ser todo lo contrario. Los cánones tan diferentes a los tradicionales hacen que se vuelva incompatible con una forma de vida como experiencia o alternativa.

Las adicciones en sí mismas tienen el mismo formato, el adicto o la adicta sufre de una compulsión de tipo obsesivo y una necesidad de inmediatez de satisfacción, por lo cual despliega su conducta en función a la necesidad que siente. Algunas mujeres muchas veces en consulta han dejado escapar un secreto profundo y hasta en un sentido un tanto ERÓTICO, SENSUAL Y LÚDICO, dicen o relatan “soy adicta al sexo y también al chocolate, interesante secreto por cierto”. Claramente, no es una cuestión tirada de los pelos, toda vez que el sexo tiene una atracción muy sensual y el chocolate no se queda atrás, en particular por sobre todo en lo que respecta a las hormonas, que se desencadenan y que son funcionales en cuanto a la estimulación del deseo, comer chocolate genera endorfinas, hormona de la satisfacción y el placer sexual que produce una sensación de bienestar físico y emocional. En diversas ocasiones aconsejo a mis pacientes sobre las diferentes formas de utilizar el chocolate para estimular, enriquecer la experiencia y darle sabor a la cita.

Las fragancias deliciosas hacen que nuestro olfato y gusto se prepare para el placer. Las personas necesitamos sentir que disfrutamos de un aroma, que degustamos un sabor, explorar con el paladar y combinar experiencias. La adicción al sexo comporta muchas veces conductas casi indescifrables de desenfreno, activa nuestros mecanismos de liberación para sumergirnos en la necesidad de vivirlo todo intensamente, un mundo desconocido que se quiere experimentar así sea prohibido, así se trasgredan normas y se corran riesgos.

En la mayoría de los casos las pacientes que sienten que son adictas del sexo, viven situaciones muy intensas en cuanto a los cambios que les producen las conductas que despliegan, sienten que la frecuencia sexual se fue intensificando al hallar otras alternativas de mantener proactivo el sexo. Cada pareja es un mundo, pero a veces es difícil de descubrir de qué forma impacta en cada persona el modelo de conducta elegida. La adicción es un tema delicado para desmenuzar a sorbos, la vida de las personas cambia radicalmente, la obsesión gobierna la mente y manifiestan que se intensifica esta forma de comportamiento cada vez con un resultado más intenso e incontrolable, lejos de disfrutar de una sensación placentera. La adicción provoca una conducta atípica en las personas que la padecen, muchas veces resulta misterioso entender sobre su aparición y por qué a veces predomina en ciertas épocas y momentos.

La realidad es que la tensión y ansiedad determina diferentes formas de enfrentar las cosas, puede ser que la situación de disconformidad haga que las personas adictas busquen cómo llenar vacíos, angustias, y que encuentren cómo canalizar su libido. Ser adicto al sexo no determina ser adicto al chocolate, aunque es posible que quien sea adicto al chocolate pueda ser luego un adicto al sexo.

Algunas adicciones son el medio para tapar cuestiones más profundas de la personalidad que estuvieran afectando considerablemente a la persona. Haciendo una síntesis definida de la adicción al sexo y al chocolate, cabe dar una idea al respecto sobre las posibles situaciones que puede pasar una persona que lo lleve a incurrir en la droga, o en una salida y evitación del problema. La adicción hace referencia a la necesidad imperiosa de satisfacción inmediata, cumplir el deseo desconociendo u omitiendo las consecuencias de este accionar. Al punto de que los adictos suelen comprometerlo todo, la familia, el trabajo, las amistades, y fundamentalmente el ámbito de la pareja. Las conductas que despliega un adicto son difíciles de entender, ya que pareciera que nada le importa más que la droga, la conducta sexual o cualquier otro tipo de adicción.

El adicto se cura?

La adicción se cura siempre y cuando se establezcan parámetros que puedan cumplirse de tratamiento, el individuo ha dejado de lado cuestiones de su vida sumamente importantes porque ha establecido en rigor un conjunto de prioridades, y entre ellas en general no están las que lo llevarían a una vida desorganizada e inestable.

El adicto muchas veces requiere internación. Esta decisión implica de alguna manera enfoque en el tratamiento, continuidad y cumplimiento, ya que el adicto debe entender que la vida en las condiciones que se encontraba ya era una manera enferma de enfrentar sus obligaciones.

La adicción hace que muchas personas que han elegido conformar una pareja, sociabilizar mejor e intentan cerrar una etapa en sus vidas antes de dejarlo definitivamente se sientan juzgadas por los efectos que le han ocasionado las formas de enfrentar el problema, y cómo los efectos se extienden a la vida cotidiana del entorno familiar. Todos los abusos son contraproducentes, pero hay esperanzas cuando la persona llega a un punto a veces como reconocimiento y que ha tocado fondo y de ahí toma conciencia de que no quiere continuar con el modelo de vida que tiene.

Digo a mis pacientes que el sexo es maravilloso y se siente bien, tan bien como el chocolate; claro está que todos los abusos provocan daño y si el sexo indiscriminado con alguien desconocido, sin cuidados de higiene personal o de anticonceptivos, que sea una actividad que se desencadena para estimular el deseo y para salir de una urgencia inminente o sensación que agobia, en el caso, por ejemplo, de la mayoría de las personas comienzan con una adicción en momentos que mayor vulnerabilidad tienen.

Hay momentos en la vida donde algunas conductas funcionan como un cable a tierra, una forma de enfrentar los problemas, igual aconsejo a mis pacientes que en el caso que quieran o necesiten descargar impulsos sexuales que se manifiestan intensamente, tengan referencia por el chocolate para evitar desenlaces con finales que requieran más atención, en cuanto a las consecuencias que una adicción sexual pueda tener, en los riesgos a los que se enfrenta la persona con esta problemática.

WhatsApp: +5491161827888

Instagram: @SANDRALUSTG

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