La masturbación como principio para una buena sexualidad

POR Sandra Lustgarten

Psicóloga, sexóloga. Matrícula N.º 19529.

Uno siempre puede aprender a ser muy entusiasta en lo que se refiere al placer sexual, y considero que esta es la mejor manera de aprender, no solo para mejorar uno sino para enseñar y reeducar al compañero sexual y además juntos encontrar los puntos sexuales más erógenos para estimular. ¡Cuántos tabúes místicos encierra la masturbación, según las culturas!

La masturbación se siente bien y produce además al ejercitarla beneficios reconocidos en otras áreas porque logra dar cuenta de la respuesta activa de los seres humanos. Lo que muchas parejas no comprenden que esto no debe vivirse como si fuera egoísta sino que puede compartirse y ser parte del juego e interacción de una pareja, reforzando aspectos que son interesantes de corregir en la vida íntima. O sea que lo interesante de esta actividad es que lo puedes realizar solo, siendo una tarea confidencial o puedes hacerlo con alguien más y disfrutar de este juego.

Muchas parejas que aceptaron la necesidad de incluir en el juego sexual la masturbación, no se arrepintieron en cuanto a la preparación ideal para lograr el orgasmo. La evolución del sexo invita cada vez más a todas las culturas a tomar la masturbación como una técnica que es ideal en el área de la medicina para hasta curar problemas sexuales y enfermedades que devienen de una sexualidad displacentera. Los juguetes también agregan una nueva dimensión y facilitan la práctica masturbadora en las que sea más fácil utilizarlos antes que usar las manos como para animarse más.

La historia de muchas personas que tienen prejuicios diferentes en la utilización de estas maniobras para generar placer a la otra persona y a sí mismas tienen mensajes erróneos con bases muy moralistas que no dan cuenta de los verdaderos beneficios médicos y terapéuticos de la masturbación. Al punto de que muchos problemas en relación con la eyaculación precoz en los hombres mejoran con técnicas especiales de apretón como para ejercer el control, incluso la terapia de parar y arrancar que utilizamos los sexólogos para reeducar un mal aprendizaje sobre la decisión del momento eyaculatorio.

La mala información acerca de algunos mensajes respecto a la masturbación como algo antinatural hizo que muchos de nuestros adolescentes se inhiban y repriman respecto a conocer aquellas zonas sensibles de su cuerpo, algo sumamente básico para poder encontrar zonas ricas en placer y para utilizar esas sensaciones para mejorar la respuesta sexual.

La masturbación es una buena guía para conocer todo nuestro cuerpo y poder entender qué zonas se sienten más excitantes ante el estímulo.

En los últimos tiempos muchas parejas se han vuelto más permisivas y menos vergonzosas para habilitar a la pareja a descubrir estos puentes hacia el placer. El espíritu positivo en este compartimento tan privado como es la propia intimidad ha sido beneficioso para que las parejas perfeccionen y eleven sus maneras de sentir el orgasmo, y algunas mujeres han logrado fácilmente orgasmos múltiples, lo que elevó simultáneamente la autoestima masculina.

En el consultorio un porcentaje interesante de mujeres desconocen sobre su propia anatomía femenina, no saben cómo es su genitalidad y eso es destructivo para la pareja, evitan el contacto en sus zonas íntimas, no se exploran a sí mismas ni se liberan sexualmente. Cómo debe ser el recorrido de las caricias, cuál es la forma de acariciar, si la fricción lastima, si la suavidad se siente placentera, todo eso es parte de un diálogo que debe estar habilitado en la pareja para poder madurar sexualmente y enriquecer la experiencia. Conocer las sensaciones que se experimentan en el clítoris, labio mayor, labio menor. Cabe mencionar que no todas las mujeres sentimos igual, que así como algunas tienen mayor sensibilidad en las axilas y sienten cosquillas ante la estimulación sucede en todo el cuerpo femenino, por eso participar al otro de cómo se experimentan las sensaciones ante diferentes estímulos, frío, calor, tacto, etc., es una forma de buscar alternativas que enriquezcan la sexualidad.

Muchas mujeres cuentan su experiencia respecto a poder acelerar con la estimulación y una previa más extensa a la llegada del orgasmo y que ha cambiado la vida sexual poder acercarse a una sexualidad que les permita sentir más y no solo tener intimidad para el disfrute de su pareja. Los varones reconocen que la experiencia de ver disfrutar más a la mujer los ha hecho sentir menos peso respecto a la responsabilidad sexual, eso de ser macho en función de cuánto hacemos gozar a la mujer, quedó en la historia para Francis cuando relata que lo mejor que le pasó en la vida es que su mujer tenga más sensaciones a través de la autoexploración y que además eso hace que él también aprenda sobre qué es lo que la hace disfrutar, le da tiempo para poder controlar más la eyaculación y colabora con la mejora inmediata de su eyaculación precoz.

Nuestras abuelas nos enseñaban a tejer pero no nos enseñaban a hacer el amor

Las mejores masas las hacían nuestras abuelas, amasando aprendíamos la importancia de las manos y de la fuerza, aprendíamos que nuestras manos pueden ejercer presión, y acariciar y que el movimiento que tienen suele provocar un fuerte estímulo visual. Dos manos tocándose, solo esa imagen es sensual, la sensualidad es un aspecto imprescindible en el escenario amatorio. Las manos envuelven nuestro cuerpo y los dedos como herramientas de presión y de estímulo son básicos para generar placer en puntos erógenos y de gran voltaje de excitación. Las esencias que se esparcen por el cuerpo por medio de las manos que estimulan diferentes zonas logran a veces cometidos en la respuesta sexual que no consiguen en cuanto a la satisfacción otras formas de estimulación, por eso digo que las caricias son fundamentales y el movimiento de las manos en el cuerpo para provocar sensaciones diversas.

Los líquidos son el néctar del placer

Utilizar aceites aromáticos enciende el placer, le dan magia con su erotismo a los masajes y estimulan la fantasía, el juego sexual de la pareja se alimenta de esta fantasía. Los sonidos y la mirada son fundamentales en el escenario amoroso, la participación de todos los sentidos hacen que la masturbación desencadene múltiples sensaciones que resultan en un maravilloso éxtasis para la mujer.

Las mujeres queremos palabras amorosas que armonicen lo que sentimos mientras somos amadas, y aunque parezca parte de un cuento de hadas, las mujeres nos encendemos cuando nos sentimos aduladas, esa es la magia que tiene todo lo que impacta sobre nuestras emociones aumentando nuestra autoestima. La masturbación encamina a la mujer hacia una mirada diferente de cómo se exhibe con su imagen, una mujer que conoce bien su genitalidad es una mujer que está apta para ser bien amada. El hombre también debe autoexplorarse como algo natural ya que de esta manera puede adquirir más control en el dominio de su sexualidad, eligiendo el momento adecuado para terminar. La pareja puede compartir la experiencia sin pudor como una parte lúdica de la comunicación en el vínculo.

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