Pequeños hábitos que generan una gran diferencia

El Nacional presentará en este y en próximos artículos, fragmentos de un libro que se volvió fundamental en estos tiempos en los que nos dejamos consumir por la vorágine de nuestras actividades, sin detenernos a pensar en cómo lo estamos haciendo.

Hábitos atómicos, de James Clear, parte de una simple pero poderosa pregunta: ¿Cómo podemos vivir mejor? Sabemos que unos buenos hábitos nos permiten mejorar significativamente nuestra vida, pero con frecuencia nos desviamos del camino: dejamos de hacer ejercicio, comemos mal, dormimos poco, despilfarramos. ¿Por qué es tan fácil caer en los malos hábitos y tan complicado seguir los buenos?

Los cambios que parecen pequeños y sin importancia en un principio, se acumularán en resultados notables si uno está dispuesto a mantenerlos por años.

Un golpe de la vida

Al autor de este libro lo golpean de niño, en la cara, con un bate de béisbol. Casi muere, estuvo en coma y tuvo que recuperarse de muchas heridas en su rostro.

Tras un largo tiempo de tratamiento, regresa al béisbol, una de sus grandes pasiones, fue difícil, lento y doloroso. Pero lo consiguió poco a poco cuando entró a la universidad.

Como todavía no era titular en el equipo, aprovechó el tiempo para poner en orden su vida, así que comenzó a desarrollar nuevos y buenos hábitos en su día a día, a diferencia de sus compañeros universitarios que, como es general en esta etapa de la vida, llevaban una vida desordenada y desenfrenada. Comenzó con cosas sencillas, como mantener su cuarto limpio y ordenado, y esto poco a poco se fue extendiendo a otras áreas de su vida, como su desempeño académico, en el cual comenzó a sobresalir.

Los hábitos se acumulan. Es una rutina o comportamiento que se realiza frecuente y periódicamente, y muchas veces, con el paso del tiempo, automáticamente.

James Clear nos dice: Los cambios que parecen pequeños y sin importancia en un principio, se acumularán en resultados notables si uno está dispuesto a mantenerlos por años.

Nos enseña que su evolución fue gradual, una larga serie de victorias y pequeños avances.

La columna vertebral de su libro es el modelo de hábitos de cuatro pasos desarrollado por el autor, que son:

• señal
• anhelo
• respuesta
• recompensa

Los científicos del comportamiento, como BF Skinner (quien podría tener unos pasos muy similares: estímulo, respuesta, recompensa), se han dado cuenta de que si se ofrece la recompensa o el castigo adecuado, se puede hacer que la gente actúe de una manera determinada. Sin embargo, mientras el modelo de Skinner hace un excelente trabajo explicando cómo los estímulos externos influyen en nuestros buenos hábitos, carece de una explicación con respecto a cómo nuestros pensamientos, emociones y creencias impactan en nuestro comportamiento.

1. Los hábitos son el resultado del interés en la superación personal.
2. Si quieres mejores resultados, olvídate de las metas, concéntrate en tu sistema.
3. La manera más efectiva para cambiar tus hábitos es no concentrarte en lo que deseas lograr, sino en la persona en la que deseas convertirte.
4. Las cuatro leyes del cambio de comportamiento son un conjunto de simples reglas que podemos usar para desarrollar mejores hábitos. Estas leyes son: hacerlo obvio, hacerlo atractivo, hacerlo fácil y hacerlo satisfactorio.
5. El medio ambiente es el factor invisible que forma el comportamiento humano.