Me enamoré de alguien menor

POR Sandra Lustgarten

Psicóloga, sexóloga. Matrícula N.º 19529.

El amor no tiene edad, dicen, es que el amor es algo que nos sucede sin planificarlo, hay una química que se siente entre las personas que hace que todo se experimente distinto, hay una intensidad en el deseo, en las ganas, en la necesidad de encuentro.

Aunque no lo entendamos en la actualidad, sucede a menudo el enamoramiento de personas que transitan diferentes etapas evolutivas, los prejuicios han variado y ya la edad no es un impedimento para el amor, aunque en muchos discursos de pacientes en el consultorio el “qué
dirán” sigue siendo un impedimento, una barrera para vivenciar el amor libremente, sin rollos que inhiben, intimiden, asusten o modifiquen la forma de experimentarlo.

Jóvenes que no sienten pudor de manifestar su atracción por mujeres mayores y captan su atención, ellas consultan con una sensación de impotencia que las gobierna, al principio dudan del camino a tomar, las atrae y rejuvenece la idea de tener una experiencia que las ayude a sentirse nuevamente deseada, joven, atractiva. Alguien que las vuelva a tocar y una piel joven, claro que se extraña y mucho.

Una de las parejas más icónicas de la farándula.

La juventud tiene ese don de hacer que todo se vuelva más natural, que se sienta el poder, que el sexo sea el producto de un nuevo estímulo, un incentivo real para el sexo dormido.

Muchos hombres que pasan los 50 vuelven a sentirse rejuvenecidos cuando consiguen la atención de mujeres de la mitad de su edad, intentan consultar para mejorar su performance sexual, lograr que su joven pareja alcance el orgasmo, es la preocupación principal, los gobiernan los temores sobre el fracaso, o la pérdida de erección, el miedo hace que se cumpla la profecía, la píldora pasa a ser la muleta de estas aventuras y así superan estas dificultades, que los hacen encontrarse con sus posibilidades.

Al principio todo es posible, pero en el camino se dan cuenta de que la diferencia de edad es notoria y que la exigencia es extrema para conseguir el objetivo que es mantenerse joven, vigoroso, apetecible, etc.

El sexo puede ser bueno a cualquier edad, las limitaciones las pone uno mismo, a veces la baja autoestima, la poca confianza, la falta de información, la ausencia de educación sexual, la disminución en la frecuencia de encuentros, el estrés, la falta de tiempo, etc., son factores que determinan la gran necesidad de buscar estímulos nuevos que incentiven nuestro deseo y nos vuelvan a comprometer en tener ganas de experimentar el sexo más seguido.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y su esposa Brigitte.

En otras ocasiones no se trata de probarnos que todavía funcionamos sexualmente, o somos atractivos, en los últimos tiempos descubrí un nuevo grupo de personas ávidas de sexo, que se marginan, divorciadas, sin esperanza o con miedo a volver a comprometerse afectivamente. Así como también personas que transitan por duelos amorosos y tratan de salir de la situación dolorosa con experiencias sexuales diferentes, mujeres más jóvenes que los ayuden a sentirse más deseados.

¿La edad entonces puede ser la vitamina esencial para la rutina sexual?