Los caminos del placer

POR Sandra Lustgarten*

Psicóloga, sexóloga. Matrícula N.º 19529.

Desde hace siglos, las mujeres nos preguntamos cómo llegar al placer sexual. ¿Qué es un orgasmo? ¿Cómo se consigue? ¿Cómo se reconoce?

“De chiquita, tocarme era una falta muy grave; recuerdo a mama diciéndome ‘no seas chanchita, sacá la mano de ahí’, y dejarme en el rincón en penitencia por hacer cosas indebidas”, dice Mica, de 33 años. Ella llega a consulta con graves problemas debido a no disfrutar ni sentir placer en sus relaciones sexuales. “No se trata de cambiar de pareja”, agrega, “es algo inexplicable que sucede dentro de mí, no puedo sentirlo sencillamente eso”.

¿Cuántas mujeres víctimas del displacer no sabemos adónde acudir cuando se trata de descubrir nuestro cuerpo en una forma diferente de vivir el deseo que se experimenta?

Analía, de 40 años, consulta en cambio por su angustia. “Aun deseando mucho a un hombre, queriendo tener un sexo activo, la previa es maravillosa, pero solo llego a ese punto y no puedo dejarme ir”.

¿Qué es un orgasmo?

Nosotras podemos sentir o vivir un orgasmo de diferentes formas, no solo experimentarlo en cada relación diferente, sino que sensorialmente puede tener distintas intensidades. Las señales físicas que tenemos varían según cada mujer, desde sentirlo en los genitales, vagina, ano, además de sentir un latido en el clítoris, un ascenso vertiginoso del ritmo cardíaco y una aceleración de la respiración. Esto que sucede en el cuerpo de una mujer no se asemeja a un infarto ni un desmayo, ni todas las preocupaciones que albergan por el pensamiento femenino cuando descubren que pueden llegar al máximo placer sexual. Su vida cambia y la de su compañero también.

Las mujeres que logran experimentar un orgasmo cambian su carácter. Eso dicen los hombres cuando reconocen que la mujer que goza es más feliz, más auténtica, más sensitiva y más mujer. Y lógicamente tienen razón, poder disfrutar de la vida sexual plena y gozar del acto sexual hace que las mujeres se sientan mas mujeres, felices, liberen estrés y se conecten más con su compañero, evitando discusiones, malestar físico y psíquico, preocupaciones, miedos sobre la infidelidad, temores hacia enfermedades, angustias sobre el propio cuerpo.

Qué miedo me da decirle que no me gusta cómo me toca

Debemos decir las cosas que sentimos sin temor, no castrará a nuestro compañero decirle que no es un buen amante, simplemente ayudará a que se concentre en la manera que puede estimularnos, descubrir esas zonas erógenas que nos permiten lograr el placer. Esta es una tarea de a dos, el camino para encontrarlo es poder comunicarse y ser directriz en la manera ideal.

Decirle al otro que necesitamos más tiempo en las caricias, que nos gusta dentro de los labios, que el sexo oral ayuda, que las caricias no son pellizcos y que la precocidad en el acto no nos permite lograr el éxtasis, es una forma de cambiar al fin esa situación que vuelve tediosa la relación y que pronto acabará con la pareja.

Las mujeres que gozan

La vagina experimenta sensaciones durante la estimulación haciendo que se lubrique un líquido que puede aumentar a medida que el placer se intensifique y esto no es vergonzoso, ni hay por qué preocuparse, es lógico que tu cuerpo se prepare para la penetración y que esta se vuelva más fácil y rica. Luego de llegar al orgasmo, no te preocupes si tenés sensibilidad en tu clítoris, es parte de las consecuencias del orgasmo. No es malo, es natural, así como también que sientas distintas áreas de tu cuerpo más rojizas, ya que se dilatan todas las venas de tu cuerpo. Durante el orgasmo, liberás hormonas como las endorfinas, que están asociadas al placer y la satisfacción, por eso sentirás otro humor. Esta es una de las causas por las cuales muchas personas utilizan el sexo para sentirse mejor.

Llegar al orgasmo ahora es un camino posible. Los caminos hacia el orgasmo pueden ser posibles a través de la autoestimulación, o que tu pareja lo haga, y siempre por tus zonas erógenas (pezones, clítoris, etc.) , y también podés lograrlo solo con tus pensamientos o utilizando fantasías sexuales, que es una forma muy exitosa.

¿Qué me pasa que no consigo llegar al orgasmo? Para llegar al orgasmo necesitamos prepararnos y claro que sí, si tu mente es culposa y pensás que estás haciendo algo pecaminoso, que no podés permitirte el placer, que debés parar, entonces estás retrocediendo en el camino hacia la lujuria sexual. Es lógico que a veces se necesite más tiempo para relajarse y conectarse con las zonas más sensibles de nuestro cuerpo, bañarse de inmersión y experimentar las caricias buscando las zonas que más reaccionan al estímulo es un buen ejercicio para luego incorporar áreas que saben placenteras al tacto en la escena sexual. El lugar que elegimos para tener sexo y preparar el ambiente para poder estar a gusto es esencial cuando hablamos de poder llegar a alcanzar esta experiencia tan placentera.

Los juguetes sexuales son una alternativa muy importante para poder enseñar a nuestro cuerpo a conectarse con el placer, y pueden ser utilizados en pareja; esto no avergüenza ni daña a nadie, hay que eliminar los tabúes. El sexo es algo especial para disfrutar, la intimidad que produce en la pareja y la conexión hace en más de un alto porcentaje de parejas que mejore la relación. Y si pensás que tenés disfunción orgásmica, podés consultar a un sexólogo y encontrar la manera de mejorar tu calidad de vida sexual, disfrutando más de tu vida amorosa.

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