Lifestyle
Menos es más
La historia de la moda, el arte y el ocio ha demostrado que reducir las cosas a lo esencial es garantía de éxito- Ilustración Voge
La transformación al concepto mini ha supuesto, en casi todos los ámbitos, una ruptura de los cánones y tradiciones, así como una respuesta a las necesidades y deseos de las sociedades del momento.
En el terreno de la moda, las prendas y complementos que han acortado o disminuido sus medidas lo han hecho acompañando –e, incluso, abanderando– movimientos sociales y culturas rompedoras.
El ejemplo más claro es el de la minifalda, inventada en 1965 por André Courreges y popularizada durante la década posterior por la diseñadora Mary Quant, a quien, en realidad, se le atribuye el éxito de la prenda. Esta definió el look sesentero y, en poco tiempo, se convirtió en icono del movimiento swinging sixties que hacía hincapié en el optimismo, la novedad y el modernismo.
Con el tiempo, la minifalda se convertiría en todo un emblema de la liberación de las mujeres y la revolución sexual de la década de los 60. De hecho, el lema que invadía pancartas en las calles de Londres hacía referencia directa a la minifalda: “Ahorrar en tela, derrochar en libertad”.
Bikini
Ese lema se ha visto materializado en diversas prendas a lo largo de la historia. Entre ellas el bikini, que, tal y como lo entendemos a día de hoy, vio la luz por primera vez en 1946, tras el final de la Gran Guerra.
La estética retro de la década de los 50 se fue transformando con los años y ganando en minimalismo, hasta que el uso de más o menos tela se ha convertido en una cuestión puramente estética.
También el LBD -acrónimo del concepto anglosajón Little Black Dress- responde a la filosofía del menos es más en cuestión de moda. Una prenda exponente de la evolución de la moda a lo largo del siglo XX y XXI, sencilla y compleja como pocas, pasó de ser símbolo de la jet-set a convertirse en un imprescindible en todos los armarios femeninos sin importar la clase o condición. Eternamente apropiado y versátil, el LBD encarna valores tan diversos como independencia, resistencia, glamour o respeto.
Minimalismo
En otro ámbito, bolsos como el icónico Lady Dior o el recientemente estrenado Le Chiquito de Jacquemus son la materialización de la filosofía menos es más en el terreno de los complementos. Dos ejemplos de cómo el minimalismo se ha convertido en icono de varias generaciones a lo largo de los años.
Pero esta predilección por lo simple, lo pequeño y lo reducido no se limita solo al territorio fashion. La frase menos es más se atribuye al arquitecto moderno Mies Van der Rohe, con la que definía el minimalismo en su sentido más amplio.
Y esta tendencia a reducir las cosas a lo esencial ha triunfado en absolutamente todos los ámbitos. Desde la arquitectura y la decoración hasta el cine, la ficción, la moda e, incluso, la gastronomía. De hecho, es precisamente en este último donde la tendencia minimalista ha ganado fuerza en los últimos tiempos.
Gastronomía minimalista
Tiene sus raíces en Europa. Concretamente, los países que más han aportado a este concepto han sido Francia, Italia y España y es precisamente en nuestro país donde su impacto ha sido más popular y masivo.
La cocina minimalista es parte esencial de la tradición gastronómica española; una forma de disfrutar de los sabores y elaboraciones tradicionales en pequeños bocados que se ha convertido en emblema de nuestra cultura.
En este contexto, hay otro elemento que entra a formar parte de este juego del disfrute y que, con los años, se ha convertido en otro gran icono de nuestra cultura gastronómica.
Hablamos de la cerveza, bebida esencial de nuestra cultura y protagonista de muchos –y muy diversos– momentos de ocio y placer, en su versión más reducida. Conocidos como cuartos, estos envases mini permiten saborear al máximo la cerveza y disfrutarla fría desde el primer hasta el último trago.
Es por esto que Heineken, como cerveza pionera en tendencias y cultura, ha decidido lanzar la versión mini de su cerveza original. Se trata de un pack de cuatro minilatas de 25 cl que contienen la calidad inigualable de la cerveza Heineken en un tamaño reducido. Estas nuevas latas son la compañía perfecta para ese brunch en casa con amigas, para disfrutar de tu break después de teletrabajar, o para ese capricho personal después que te concedes después de un lunes larguísimo. Un producto que, como ya hemos visto a través de este recorrido por el concepto mini, cuenta con todos los componentes para convertirse en un auténtico icono.
Fuente: Vogue
-
Destacado
Peña deja la cumbre del G20 en ambulancia tras sentir dolor en el pecho
-
Lifestyle
“Bungee jumping training”: saltar para estar en forma
-
Política
Falleció el abogado José Fernando Casañas Levi
-
Agenda Cultural
Paraguay e Irlanda celebran el legado de Madame Lynch
-
Deportes
¡Olimpia aguanta con uno menos y conquista su estrella 47!
-
Deportes
Preparan “fan fest” para hinchas que no tengan entradas para la Final de la Copa Sudamericana
-
Política
En redes sociales despiden a Casañas Levi
-
Deportes
Paraguay debuta con una goleada en el Mundial C20