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Editorial

Venezuela seguirá esperando

Por tercera vez, Nicolás Maduro Moros asumió el viernes 10 de enero de 2025 la presidencia de la República Bolivariana de Venezuela, pese a cientos de cuestionamientos a su gestión. Se mencionan terrorismo de Estado, represión militar, crímenes de lesa humanidad, violación a la libertad de expresión y a la libertad de prensa, aprehensiones irregulares con miles de presos políticos, así como fraude electoral en las últimas elecciones presidenciales de julio para seguir en el poder.

Esta situación pone nuevamente a Venezuela en la vitrina mundial debido a que muchos países rechazan a Maduro como jefe de Estado y reconocen a Edmundo González, de la oposición, como el presidente electo.

La situación en Venezuela es muy compleja y delicada. El país se encuentra en una crisis política y humanitaria. Maduro celebró una toma de posesión presidencial ilegítima, lo que ha generado una gran controversia y rechazo internacional.

Maduro perdió claramente las elecciones presidenciales de 2024, pero el Consejo Nacional Electoral (CNE) anunció que había ganado, lo que ha sido calificado como un anuncio fraudulento.

La crisis humanitaria en Venezuela es grave, con más de 7,7 millones de personas refugiadas y migrantes en todo el mundo, la mayoría de las cuales se encuentran en países de América Latina y el Caribe. La situación es especialmente difícil para las mujeres, niños y personas con discapacidad, quienes enfrentan grandes desafíos para acceder a la educación, la salud y otros servicios básicos.

La comunidad internacional ha condenado la situación en Venezuela y ha llamado a una transición democrática pacífica. Durante la asunción de Maduro solo estuvieron presentes dos presidentes. El Departamento de Estado de Estados Unidos anunció nuevas sanciones contra el chavista y sus representantes, y ofreció recompensas por información que conduzca a su arresto y condena.

Este hecho provocará un nuevo aislamiento de Venezuela al resto de algunos países debido al rechazo hacia la dictadura que maneja.

El pueblo venezolano, especialmente el que reside en el país caribeño, pero también quienes se vieron obligados a salir de su país, tenía la esperanza puesta en la asunción de Edmundo González en el poder, quien está exiliado en España. El mismo, a pesar de haber anunciado que llegaría en compañía de varios exmandatarios a su país para asumir la presidencia, finalmente no se presentó.

Se desconoce si finalmente el opositor pudo arribar o no al país, considerando el cierre de frontera que ordenó Maduro desde primeras horas del 10 de enero. Así también, desde el gobierno habían amenazado derribar los aviones que fueran divisados en caso de tratarse de González o los exjefes de Estados.

El futuro de Venezuela es incierto y depende de la evolución de la situación política y humanitaria en el país. La comunidad internacional puede seguir jugando un papel importante en la búsqueda de una solución pacífica y democrática para la crisis existente.

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