Impuntualidad fatal

La desidia y el desinterés por parte del Gobierno Nacional se hacen cada vez más evidentes, especialmente cuando se trata de asuntos que no afectan a sus allegados o a aquellos cercanos a sus círculos de poder. Días atrás se hizo pública una denuncia que consternó y, sobre todo, indignó a toda la ciudadanía. Una mujer reveló a través de las redes sociales que desde el Instituto Nacional de Cáncer (Incán) se comunicaron con ella para avisarle que ya contaban con el medicamento que necesitaba su madre para seguir su tratamiento oncológico. Sin embargo, esta llegada tardía del medicamento resultó ser fatal para la paciente, ya que no soportó y falleció hace cinco meses. Esto refleja el estado paupérrimo en que se encuentra el sistema sanitario. A raíz del alto costo del medicamento, la familia no pudo adquirirlo para seguir con el tratamiento, por lo que se dio el triste desenlace.

Este no es un caso aislado, sino, más bien, es uno entre miles de casos que se registran y que el Ministerio de Salud los deja abandonados. Lo normal de un Estado responsable y garante de la salud de sus ciudadanos sería brindar toda la atención requerida en estos casos, pero que aquí es todo lo contrario.

A diario vemos a través de los distintos medios los pedidos de ayuda y de solidaridad de familiares de personas que padecen todo tipo de enfermedades y que no pueden sobrellevar debido a la imposibilidad de pagar los costosos tratamientos. Pero la falta de medicamentos en los hospitales es solo una de las tantas falencias que se registran.

Meses atrás también se viralizó un video del Incán cuando cuatro personas estaban siendo intervenidas en el quirófano y los médicos se vieron obligados a retirarlos del recinto, debido a que una intensa lluvia hizo que el lugar quedara chorreando e inundando todo, con los pacientes en proceso de cirugía. Sin dudas, el mayor reclamo siempre es la falta de especialistas, puesto que los pacientes se ven obligados a madrugar y o amanecer desde un día antes en los hospitales a fin de poder alcanzar un turno para consultar, lo que finalmente será agendado en meses.

La falta de medicamentos para pacientes ambulatorios, falta de camas para internaciones, Unidades de Terapia Intensiva, ambulancias y profesionales para satisfacer todas las demandas, son el día a día de lo que deben vivir todas las personas que no pueden acceder a un seguro médico privado. Sin bien recientemente salimos de una pandemia a causa del Covid-19, no debemos olvidar que el Gobierno anterior anunció una millonaria inversión en el sistema sanitario que hoy no se ve reflejado en ningún lado. Deberíamos contar con toda la información de todo aquello que supuestamente fue invertido.

Pero, ¿y ahora qué hacen las autoridades para subsanar todos estos males y evitar dejar morir a las personas por una negligencia?

Da la impresión de que todo esto pasa desapercibido para las autoridades, ya que a juzgar por las denuncias diarias, parece que están más ocupadas contratando a familiares en la función pública con salarios exorbitantes, siendo estos individuos carentes de preparación ni vocación. Se suma a esto que no cuentan con funciones específicas y tampoco se presentan a cumplir trabajo alguno. Muchos, simplemente, figuran y se dedican a lo que se llama comúnmente “planillerismo”.

La compra de millonarios mobiliarios con excesos de sobrefacturación de costos es otra de las ocupaciones de los representantes del pueblo. En otros casos, por mencionar algunos, se encontrarían abocados a ajustar leyes a medidas de sus conveniencias o concretando acuerdos a través de licitaciones direccionadas. Es allí cuando se desnuda totalmente en qué andan nuestros gobernantes y descuidan sus labores para las que fueron elegidos: servir y ayudar al pueblo paraguayo.

Si tan solo dejaran de lado el despilfarro del dinero público, se podría realizar mejores inversiones, mayores infraestructuras, dotar al personal de blanco con herramientas y ampliar las atenciones a los pacientes, y no tendríamos que lamentar otras muertes debido a las llegadas tardías de medicamentos.