Un presidente que brilla por su ausencia

El presidente de la República se ausentó esta semana del país para realizar una visita oficial a España. Este viaje del mandatario se dio en medio de escándalos que salpican a su gobierno y que colocan en evidencia su falta de responsabilidad y madurez, también la inoperancia de su gestión en materia de seguridad interna que continúa desatando críticas de la clase política y el repudio ciudadano. Además de dejar en el poder a una autoridad designada como “significativamente corrupta” por los Estados Unidos, delega responsabilidades que hacen al tiempo electoral que vive el país, como candidato a presidir la Junta de Gobierno y como líder de uno de los principales movimientos del Partido Colorado. Dando, prácticamente, vía libre a su principal contrincante.

Las informaciones reveladas por la exfuncionaria del ministerio de Justicia, Ana Dina Coronel, acrecentaron aún más la crisis interna en la que se encuentra el Poder Ejecutivo. Quedó al descubierto la manera negligente en la que procesan datos de inteligencia con respecto a los secuestrados por el grupo criminal Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). El presidente de la República, realizó cambios en ministerios clave como en la cartera de Justicia a modo de canje político, de esta manera destituyó a Cecilia Pérez, para dejar a cargo a Édgar Olmedo, expresidente del Instituto Paraguayo del Indígena (Indi).

Olmedo es abiertamente simpatizante del vicepresidente de la República, es de formación abogado y también fue intendente de Coronel Oviedo. El actual representante del Ejecutivo ante el Consejo de la Magistratura tuvo una cuestionada administración municipal (2010 – 2015). Ante el ministerio de Justicia, la gestión de Olmedo estuvo marcada por constantes hechos de amotinamientos en las penitenciarías, el incremento del poderío de los grupos criminales como el Primer Comando Capital (PPC) en las cárceles del país y por haber dedicado la mayor parte de su tiempo a realizar campaña proselitista a favor del movimiento Fuerza Republicana.

De esta manera mueve las piezas el mandatario de la República, dejando en manos nada idóneas las fuerzas de seguridad y de justicia; también pateando el tablero del país yendo a cumplir con compromisos internacionales que no son prioritarios ni relevantes en estos momentos en los cuales la cara al frente de la crisis debe ser él.

Sin embargo, pareciera ser una burla que, tras su regreso de España, este lunes viajará de nuevo a Alemania y con esto se descarta su presencia en el Censo 2022, previsto para el miércoles 9 de noviembre.

El presidente debe quedarse en el país y defender los intereses del Estado, a tomar cartas en los asuntos que requieren indispensable atención. El sistema político paraguayo ya está quebrado por una crisis de representación, de institucionalidad y por la corrupción endémica, entonces la obligación de la máxima autoridad del país es dar la cara y no refugiarse en viajes que no traen ningún beneficio a los paraguayos. Necesitamos un presidente que muestre firmeza ante las crisis y no uno que brille por su ausencia para desviarlos.