Paraguay es el país con el combustible más económico de la región

Según el índice Global Petrol Prices, a febrero de 2025, Paraguay tiene el precio de combustible más asequible de la región (Cono Sur) y uno de los más bajos del continente. Si bien la reciente suba de precio del combustible ya está impactando en los precios, una mirada macroscópica nos indica que fuera de nuestras fronteras los costos de energía son muy superiores en algunos casos.

El costo del combustible es un elemento central en la economía de cualquier país, y en América Latina las variaciones de precios entre naciones son significativas. Un análisis reciente, evidencia amplias diferencias en el costo por litro en la región.

Países con el combustible más barato

Entre las naciones con los precios más accesibles se encuentra Paraguay, con 3.3 dólares por galón, seguido por Ecuador con 2.8 dólares. En ambos casos, los subsidios estatales desempeñan un papel crucial para aliviar el impacto del costo del combustible en la población.

Bolivia mantiene un precio reducido de 2.0 dólares por galón gracias a políticas gubernamentales orientadas a subsidiar el sector energético. Aunque actualmente con un impacto muy negativo en cuanto a su escasez a pesar de ser un país productor.

Finalmente, Venezuela alcanza el extremo, ofreciendo gasolina a tan solo 0.1 dólares por galón debido al control estatal total sobre la industria energética y amplios subsidios. Sin embargo, este bajo precio viene acompañado de problemas graves como la escasez y mercados clandestinos.

Países con el combustible más caro

Uruguay lidera con el precio más alto de América Latina, alcanzando los 6.9 dólares por galón. Este elevado costo se atribuye a altos impuestos y políticas energéticas orientadas hacia la sostenibilidad. Le sigue Chile, donde el precio es de 5.1 dólares por galón, influenciado por su dependencia de las importaciones de combustible y una considerable carga tributaria sobre los hidrocarburos.

En tercer lugar, se encuentran Nicaragua y Costa Rica, ambos con precios de 5.0 dólares por galón. En estos países, la volatilidad del mercado internacional y la ausencia de producción petrolera local han influido en el encarecimiento del combustible. Por su parte, México registra un precio de 4.7 dólares por galón, a pesar de ser productor de petróleo. Las dificultades en el refinado y la distribución interna son factores que incrementan los costos locales.

Contrastes entre el Caribe y el Cono Sur

En el Caribe, la República Dominicana alcanza un costo de 4.7 dólares por galón, cifra condicionada por la dependencia de las importaciones y las políticas fiscales aplicadas al sector energético. Mientras tanto, Argentina presenta un precio de 4.3 dólares por galón. Aquí, los altos niveles de inflación y las regulaciones sobre los precios del combustible marcan la diferencia.

En Haití, el galón también cuesta 4.3 dólares, lo que representa un reto significativo dentro de su complejo entorno socioeconómico. En Centroamérica se observan precios variados: Guatemala cuenta con un costo de 4.1 dólares por galón, seguido por Honduras con 4.0 dólares y El Salvador con 3.9 dólares.

Por otro lado, Brasil destaca por mantener un precio de 3.6 dólares gracias a su producción petrolera interna y a políticas regulatorias que favorecen la estabilidad de los costos frente a otras economías de gran tamaño en la región.

Factores determinantes e impacto económico

Los precios del combustible en América Latina están influenciados por diversos factores, principalmente tres: producción petrolera nacional, carga impositiva y políticas de subsidios.

Países como Brasil y Ecuador logran precios relativamente bajos gracias a su capacidad productiva, mientras que naciones dependientes de las importaciones, como Uruguay y Chile, enfrentan precios significativamente más altos.

El costo del combustible tiene un impacto directo en la inflación y los gastos relacionados con transporte y logística. En economías donde el precio es elevado, el aumento en los costos de bienes y servicios afecta el poder adquisitivo de las personas. Por otro lado, en países donde prevalecen los subsidios al combustible, se presentan desafíos para mantener el equilibrio fiscal y asegurar la sostenibilidad de estas medidas a largo plazo.