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Héctor Cristaldo: “El agro sigue en riesgo”

El prolongado impacto de la sequía sigue golpeando al sector productivo en Paraguay, afectando principalmente a la región norte del país, que ya acumula cuatro años de cosechas complicadas. Ante esta situación, el Banco Central del Paraguay (BCP) emitió una resolución que permite la refinanciación y reestructuración de créditos sin penalizaciones, una decisión que fue valorada positivamente por el sector.

Héctor Cristaldo, presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), destacó la oportunidad de la medida y su importancia para generar previsibilidad. “Antes de que termine la cosecha, ya tenemos claro cuáles serán las reglas del juego. Eso da una señal de certidumbre al sistema”, afirmó. Según explicó, la resolución permite acceder a financiamiento a más largo plazo sin afectar la estabilidad de los productores.

Sin embargo, Cristaldo advirtió que la crisis climática ha golpeado con mayor intensidad a algunas regiones, por lo que podrían requerirse herramientas adicionales. “San Pedro, por ejemplo, podría necesitar un instrumento de apoyo extra, y eso se está trabajando con el Ministerio de Economía para encontrar opciones eficientes de apalancamiento”, señaló.

Lluvias irregulares y expectativas inciertas

La variabilidad de las lluvias ha sido un factor determinante en el rendimiento de los cultivos. “Todo enero fue de aguaceros dispersos. En algunas zonas llovió lo suficiente, pero en otras no. Incluso dentro de un mismo distrito, hubo lugares que recibieron 40 o 50 milímetros y a pocos kilómetros apenas 5”, explicó Cristaldo, resaltando la dificultad de proyectar un impacto uniforme en la producción.

En términos de volumen de cosecha, el año pasado Paraguay alcanzó las 10,7 millones de toneladas de granos, una cifra considerada positiva. Para este año, el Departamento de Agricultura de EE.UU. había estimado una producción de entre 11 y 11,2 millones de toneladas, pero el clima adverso podría dificultar alcanzar ese objetivo. “Veremos dónde se sitúa finalmente, pero lo cierto es que algunas zonas están con una pérdida de capital operativo, no solo de facturación”, indicó.

Lejos de una catástrofe, pero con riesgos latentes

Si bien la actual situación no se compara con la crisis de 2022, cuando la producción cayó un 60%, Cristaldo advierte que la merma de este año sigue siendo significativa. “No será una catástrofe como en 2022, pero habrá pérdidas. La clave es que los productores puedan refinanciar y seguir trabajando para la próxima campaña”, concluyó.

La resolución del BCP brinda un respiro al sector, pero el desafío sigue latente: asegurar que los productores puedan sostener su actividad en un contexto climático y económico cada vez más incierto.

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