Situación financiera de paraguayos sigue con pronóstico reservado

POR Alfredo Schramm

@ElediTHOR

Si bien se registra una mejora gradual tanto de la situación sanitaria como de la actividad económica, las condiciones complejas durante parte importante del año habrían hecho que los agentes tomen créditos nuevos para cubrir los más antiguos, así como para cubrir sus gastos.

Posteriormente, parte de los mismos podría haberse encontrado con dificultades para estabilizar sus ingresos y pagar dichas deudas, según análisis de los economistas de la consultora Mentu.

Esto se refleja en los datos al mes de agosto del sistema crediticio bancario, donde se observa tanto un crecimiento de la tasa de morosidad por octavo mes consecutivo, que superó 3% por primera vez en el año, como un aumento en los créditos con días de mora tomados en el último periodo, en especial los de plazo superior a 180 días de mora (6 meses) que representan el 2,72% de la cartera.

Cabe mencionar que las categorías de los créditos con mora más recientes muestran una tendencia creciente, en especial la de 60 días de atraso. También hay que apuntar que los datos de morosidad serían mucho más altos si no fuesen por las 3RRR (renovación, refinanciación y reestructuración) de créditos.

El propio gobiernom através del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) reconoció que el ingreso promedio de la población se redujo 10% en promedio por lso efectos de la pandemia.

Considerando que el factor inflacionario podría incidir en la capacidad de pago, la cartera tendría mayores desafíos para consolidarse en lo que queda del año.

En los últimos meses se sumó el encarecimiento del costo de vida, es decir la disparada de precios de combustibles y alimentos más acelerada de los últimos 7 años, 6.4% de manera interanual lo cual está esfumando el poder adquisitivo de las familias paraguayas.

Macro no llega

Paraguay está entre los países con menor incidencia de la pandemia Covid-19 en sus números grandes; el producto interno bruto (PIB) se contrajo apenas 0,6% en 2020 y para este año se espera una expansión en la línea de 4,5%.

Estas buenas cifras se sostienen en el boom agroexportador alimentado por los buenos precios internacionales; por ejemplo: el sector cárnico registra récord histórico de ingresos por exportación, sin embargo el precio interno de la carne, con cortes de primera que superan los G. 50.000 el Kg. está haciendo inaccesible el producto para el consumidor paraguayo.

El alza de precios está afectando a todos los sectores. Así, la suba de los insumos alimenticios y combustibles  se está traslandado al sector de bares y restaurantes e industrias que no tienen otra alternativa que reajustar precios al consumidor, el último y más débil eslabón de la cadena.

En esta línea se está notando una tendencia de cambio de hábitos de consumo, donde las marcas B y C (más baratas y de menor calidad, por lo general) van ganado preferencia.

El sector empresarial se reunió la semana pasada con el presidente de la República, Mario Abdo Benítez y el ministro de Hacienda, Oscar Llamosas para pincharles el globo de la tan promocionada “recuperación” de la que se jactanñas autoridades, diciéndoles que la coyuntura no está bien y lejos de los niveles prepandemia.

Además se mostraron preocupados por el manejo del Presupuesto General de la Nación para el 2022, es especial en lo que respecta a calidad del gasto. Vale recordar que el 96% de los ingresos ya están comprometidos entre salarios, ayuda social y pago de la deuda pública.

Otro dato preocupante es que a pesar del crecimiento económico, el desempleo aumentó al igual que la precarización laboral y la pobreza; este último dato según estimaciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).