Las personas como centro de la política, deuda pendiente de los gobernantes

La economista Verónica Serafini, realizó un pantallazo para El Nacional, sobre la situación económica por la que está atravesando el país y la deuda de los gobernantes en esa área. La especialista, dijo que “la deuda pendiente de los gobernantes es poner a las personas en el centro de la política y no los intereses particulares u objetivos que no tienen impacto en la mayoría”.

“Los gobiernos se preocuparon mucho tiempo por generar estabilidad macroeconómica para el crecimiento de algunos sectores y no de otros. Nos olvidamos de las personas y de su estabilidad económica. Tantos años de crecimiento, que tampoco fue estable porque la volatilidad es una de las características más resaltantes, no lograron generar condiciones para el bienestar de las familias”, precisó.

Sobre ese punto, acotó que a la política económica le debe importar igual o más la estabilidad económica de las familias, que la estabilidad macro. “Ya sabíamos antes de la pandemia que estábamos mal en salud y protección social. La pandemia solo nos mostró que esa situación era mortal, al ubicarnos durante varias semanas en los primeros lugares de letalidad a nivel mundial. No hay indicador más negativo que ese”, especificó.

De los peores

Serafini, lamentó que, en los últimos años, se haya priorizado temas de infraestructura por sobre otras cuestiones de mayor relevancia. “Ya vimos que esa preocupación también se distorsionó porque estamos gastando y endeudándonos en infraestructura de dudoso valor público. La infraestructura también debe planificarse en función de lo que necesita la gente y para mejorar la calidad del trabajo”, prosiguió.

En otro punto, mencionó que Paraguay nunca deja de estar entre los 5 a 7 países peor posicionados en indicadores de empleo, salud, educación, a pesar de que pasó a ser un país de ingreso medio-alto, según el Banco Mundial.

“El PIB creció mucho más que los ingresos laborales y eso debiera llamarnos la atención. Un cuarto de la población vive en pobreza monetaria o pobreza multidimensional. Eso es inadmisible para un país que duplicó su PIB real en las dos últimas décadas, y a pesar de ello seguimos invirtiendo la mitad de lo mínimo en salud, educación y protección social. Menos del 30% de los trabajadores tiene seguridad social, la mayoría gana salario mínimo o menos”, lamentó.