Cultura
“Un ejército para Terpsícore”
Sonia Soto. "Un ejército para Terpsícore". Cortesía
Publicado por Fotosíntesis bajo la coordinación editorial de Fernando Allen, apareció recientemente Un ejército para Terpsícore, libro que sintetiza el trayecto cumplido por el Ballet Clásico y Moderno Municipal de Asunción a lo largo de 50 años. La investigación, desarrollada por un equipo de la Universidad Rey Juan Carlos (España) –liderado por Patricia Bonnin Arias y conformado por Gaël Lévéder-Lepottier Bernard, Manuel Garzón Albarrán y Estela Alarcón Rodríguez–, resume una historia de esfuerzos, tesón y logros. El título alude a la musa de la danza para los antiguos griegos, Terpsícore. La obra busca dar cuenta del trabajo realizado por quienes conformaron el elenco a través de cinco décadas, con la finalidad de alcanzar una auténtica valorización de esta disciplina en el Paraguay.
El cuerpo de baile fue creado en Asunción en 1972, siendo Tala Ern de Retivoff su fundadora y primera directora. Teresa Capurro ejerció la dirección de 1973 a 1978, periodo en el cual el elenco se fusionó con el Ballet Moderno Municipal, que había sido creado en 1971 por María Retivoff, adoptando el nombre actual. Otros directores que resultaron decisivos para la continuidad de la compañía fueron Nidya Neumayer, Alcy Acuña, Emilio Barrientos, Nicole Dujkuis, Miguel Florenciáñez, Rubén Franco, Elizabeth Laurent y Miguel Bonnin.
Además de la información histórica y la puesta en contexto, el corpus de imagen que sostiene la edición resulta fundamental para aproximar a los lectores a la evolución experimentada por la institución. Sobre este punto, Fernando Allen dice: “Un libro como el que estamos presentando contiene, pues, una narrativa de narrativas. Las imágenes narran historias”.
Esta narrativa de imágenes que articula el libro podría asociarse con las relaciones que siempre han mantenido la danza –entendida como el movimiento de uno o varios cuerpos en el espacio, movimiento o conjunto de movimientos que han de realizarse acompañados de una carga o significación– y la fotografía –como tentativa contemporánea de registrar el movimiento–.
La cuestión clave radica en que el acto dancístico es lo más cercano al acontecimiento histórico y social: se crea una estructura hecha de tiempo y espacio, que incluye a los personajes o protagonistas que toman parte en el fenómeno, en un lugar determinado, con la intervención de seres humanos que poseen, naturalmente, cuerpos que describen su propia biografía. Es decir, la danza, como acontecimiento, es un hecho social que –además– produce sus interpretaciones y registros tal y como los generan batallas, deportes, marchas, mítines, convulsiones políticas o días de mercado.
Si bien ya encontramos imágenes de danzas en antiguas pinturas, estampas y esculturas, la fotografía trajo consigo la primera aproximación lo suficientemente objetiva como para registrar de cerca las características de los movimientos de cualquier ser humano. Esto significó un cambio de paradigma en el modo de observar, transformando el acontecimiento del baile como una experiencia que no se limita ya, como sucedía con anteriores registros, al retrato de ciertos límites de los cuerpos de los bailarines, o algún gesto de sus rostros. Si algo consiguió la fotografía de la danza es subrayar la importancia fundamental del movimiento, porque lo destaca precisamente en su detención, utilizando, ofreciendo y aprovechando todas sus cualidades.
En ese aspecto, la buena fotografía de danza contiene valores que le son propios y expresan su propia estética, permitiendo a cualquiera intuir, revisar o registrar las características físicas de los bailarines, además de sus estados de ánimo, las cualidades del movimiento y una gran cantidad de elementos, modalidades, procesos e intenciones que operan dentro de la escritura coreográfica, que también se desarrolla en un espacio apresado por la foto. “Lo que la fotografía reproduce al infinito únicamente ha tenido lugar una sola vez: la fotografía repite mecánicamente lo que nunca más podrá repetirse existencialmente”, decía Barthes.
Un ejército para Terpsícore reúne imágenes de diverso tipo y procedencia. Además de las típicas fotos de archivo, que registran momentos de la vida institucional, puede decirse que el libro expone una verdadera arqueología en busca de las imágenes que captaron aquel acontecimiento único: el acto dancístico. Las fotografías son de Álvar Fáñez, Rubén Vistoso, José María Blanch Cardoner, Javier Valdez, Maia Ayala , María Jose Torreani, Koa Estudio, G. J. Cibils y Wolfgang Krause.
Nota de edición: Un ejército para Terpsícore. 50 años de trayectoria del Ballet Clásico y Moderno Municipal de Asunción. Editorial Fotosíntesis, 2022, 280 páginas. Edición bilingüe (español-inglés). Texto: Patricia Bonnin-Arias. Diseño editorial: Jimena Riso. Diseño de portada: Mauri Bazán. Fotografía de portada: Álvar Fáñez. Traducción al inglés: Grizzie Logan.
-
Economía
Carrefour anuncia cierre de sus puertas a carne paraguaya
-
Destacado
Peña deja la cumbre del G20 en ambulancia tras sentir dolor en el pecho
-
Política
Falleció el abogado José Fernando Casañas Levi
-
Opinión
Interculturalidad, un mandato de este tiempo
-
Deportes
Preparan “fan fest” para hinchas que no tengan entradas para la Final de la Copa Sudamericana
-
Política
En redes sociales despiden a Casañas Levi
-
Deportes
Paraguay debuta con una goleada en el Mundial C20
-
Deportes
Paraguay supera a Cataluña y es semifinalista del Mundial C20