Connect with us

Cultura

Borges y Sessa: Destino galáctico

Buenos Aires, 1976. Jorge Luis Borges y Aldo Sessa se embarcan en un proyecto editorial que en 2022 emerge con nuevos bríos, en una versión pronta a aparecer que amplía exponencialmente su volumen y sus significados: “Cosmogonías. Visiones de una creación infinita”. La obra recoge textos borgianos “sobre el espacio”, seleccionados bajo supervisión de María Kodama, y las ilustraciones que Sessa realizó en aquel entonces, más obras recuperadas tras una exploración de su archivo personal y piezas concebidas especialmente para esta nueva edición. En primicia, anticipamos aquí algunos fragmentos.

Aldo Sessa y Jorge Luis Borges delante de la pintura de Sessa "Antes del principio”. La obra hoy está en la NASA. Cortesía

Aldo Sessa y Jorge Luis Borges delante de la pintura de Sessa "Antes del principio”. La obra hoy está en la NASA. Cortesía

Ningún astrónomo la detectó. A mediados de los años 70, en un lugar ajeno al tiempo y al espacio, en la Ciudad de Buenos Aires, una estrella alumbró como si fuera todas las estrellas. Creación inesperada de dos alquimistas, el consagrado Jorge Luis Borges y el novel artista visual -hoy reconocido en todo el mundo- Aldo Sessa. La nombraron Cosmogonías. Ubicación precisa, la Galería del Este, uno de los ámbitos más icónicos de la vanguardia cultural argentina y latinoamericana.

El destino estaba marcado.

En un rincón del passage, la librería La Ciudad. Y el barcito que balconea con sus mesas ocupadas por escritores, artistas plásticos, músicos, intelectuales y cualquiera que quisiera asomarse a un mundo que desde afuera parecía inalcanzable.

Allí pasaba sus tardes Borges, a quien solo le bastaba cruzar la calle Maipú con su bastón de caoba. Entre café y charlas firmaba ejemplares a todos los que se lo pedían.

Infaltable en esas mesas Francisco “Paco” Porrúa, fundador de Editorial Minotauro. Jugada en la que apostó todo a la baraja de la ciencia ficción. Otro (¿involuntario?) tahúr en esta trama que se bifurca hacia adelante y hacia atrás, en el transcurso de varias décadas del siglo XX.

El destino no falla.

El artista Aldo Sessa y el escritor Jorge Luis Borges. 1976. Cortesía

Aldo Sessa y Jorge Luis Borges firmando ejemplares de la primera edición, 1976. Cortesía

Cosmogonías siguió pulsando sin que de nada se supiese, para volver a brillar en el siglo XXI, revelando la mirada anticipatoria de Borges, de Sessa, sobre el universo y sobre la humanidad. Ellos vieron mucho antes en el tiempo lo que hoy se ve. Presintieron, como si la hubiera, la dimensión del infinito, sin límites en el espacio exterior y en el espacio virtual.

Sigamos el hilo de Ariadne.

1976. La librería La Ciudad pone su primera carta sobre el tapete editorial. Proponen a Borges el proyecto Cosmogonías. El maestro no lo duda, y así empieza a volar el trazo de otro artista de cita habitual allí, el joven Sessa, con credenciales en los salones y premios de pintura de la Argentina, y con varias muestras en el exterior.

Un Sessa “enaltecido por la oportunidad brindada de ilustrar los poemas de Cosmogonías, tarea que acometió con sincero fervor y hondo respeto, encontrando en los textos de Borges gran afinidad con la esencia metafísica de su pintura”. Se lee en Cosmogonías, 1976.

Antes del principio. Tríptico 6.00 x 2.00 m. Pintura. Acrílico sobre tela. A.S 1976. Regalo oficial de la República Argentina a los Estados Unidos, en ocasión de su Bicentenario.Colección del Centro Espacial Lyndon Johnson. NASA. Houston. Texas. Cortesía

Antes del principio, 1976.  Tríptico. Acrílico sobre tela, 200 x 600 cm. Centro Espacial Lyndon Johnson, NASA, Houston. Cortesía

Borges, en el prólogo de la edición fechado el 11 de junio de ese año, se declara feliz del “fin insospechado” que sus juegos con la cosmogonía han tenido. “Han sido estímulo, involuntario estímulo, del arte delicado y osado del pintor Aldo Sessa. En su obra prima la esfera, esa forma que anhela lo infinito y que parece convenir a las almas y a la divinidad”, culmina antes de las eternas J.L.B.

Y fue Cosmogonías. Borges escribió dos poemas para esa edición, “Los destinos” y “La luna”, dedicado a María Kodama; se incluyeron, además, “El desierto” y “Genesis IV, 8” (El oro de los tigres, 1972), “Cosmogonía” y “De que nada se sabe” (La rosa profunda, 1975). Cada uno de los seis textos acompañado por un dibujo a lápiz color sobre papel; Sessa y sus lunas múltiples o estriadas, sus asteroides, su hombre perplejo ante tanta inmensidad.

Sol. Pintura, tinta y dibujo sobre papel. 0,76.5 x 0,57 metros. A.S 1981. Cortesía

Sol, 1981. Pintura, tinta y dibujo sobre papel. 57 x 76 cm. Cortesía

Cuando Sessa se esforzaba por describirle las imágenes, Borges lo tranquilizaba: “No se preocupe Sessa, yo las estoy viendo”. Entonces, Borges no pudo con su genio de autocorrector infinito y cambió la última palabra del breve poema “El desierto”. Generó así una curiosidad literaria: los textos de dicho poema en Cosmogonías y en las Obras Completas, difieren. En Cosmogonías finaliza “Ahora, precisamente ahora,/mueren los hombres del Metauro y de Tannenberg”. En la obra antologada de Borges, va “Ahora, precisamente ahora,/mueren los hombres de Metauro y Trafalgar”. Dos batallas, un destino.

El libro se presentó en los salones del Plaza Hotel de Buenos Aires. En la foto del momento, Borges y Sessa en discreto diálogo delante del imponente paisaje de asteroides flotantes. Sessa recuerda aún las palabras del maestro, a las que solo le quedaba responder “sí, claro”. “¿Sabe qué nos une, Sessa? Que somos argentinos. Y nos une el arte”.

Saturno. Pintura sobre madera, técnica mixta 2,40 x 1,80 m. A.S 1980. Cortesía

Saturno, 1980. Pintura sobre madera, técnica mixta, 180 x 240 cm. Cortesía

La energía de Cosmogonías parecía marcada a apagarse en ese puñado de ediciones. Pero el destino señalaba otro futuro. Antes y después de esa conjunción artístico-planetaria, habían sucedido y sucederían otros eventos conducentes.

1955. “Paco” Porrúa edita el primer libro de Ediciones Minotauro. Traduce Crónica marcianas, de Ray Bradbury. Borges escribe el prólogo.

1976. Sessa envía como regalo una copia de Cosmogonías a Sid Sollow, presidente de un laboratorio cinematográfico de Hollywood con quien había trabajado un año. A través de Sollow la copia llega a manos de Bradbury, que se interesa en el trabajo del plástico argentino al punto de iniciar una relación creativa que resulta en Fantasmas para siempre (1980), una serie de cuentos y ensayos del escritor norteamericano acompañados por la obra pictórica espacial de Sessa, entre ellas su diseño de la Catedral en Marte. Este libro se presenta, con gran éxito, en el Griffith Observatory de Los Ángeles, California, y en el Planetario de la Ciudad de Buenos Aires. En el año 2000, en la Argentina, se presenta un nuevo libro, Sesiones y fantasmas, donde Bradbury prologa bajo ese título una serie de fotografías de naturalezas muertas en blanco y negro realizadas por Aldo Sessa.

Creación del universo, acrílico sobre tela. Tríptico 5,10 x 2,10 m, A.S. 1978. Colección privada. Cortesía

Creación del universo, 1978. Acrílico sobre tela (tríptico), 210 x 510 cm. Colección privada. Cortesía

1920. En cartas a sus amigos Jacobo Sureda y Maurice Abramowicz, un Borges nacido apenas 129 días antes que el deslumbrante siglo XX, se apasiona con las argumentaciones a favor de la existencia de la Cuarta Dimensión y de las teorías de Albert Einstein. Comparte a la distancia las discusiones y “ñoñerías” de los círculos ultraístas y kantianos de Buenos Aires al respecto. Tal vez ha encontrado un nuevo catalizador para sus ya ilimitados conocimientos académicos sobre las matemáticas y la filosofía.

Poco después termina su temporada europea y regresa a Buenos Aires. Comienza su amistad con Xul Solar. Entre sus muchas afinidades personales, intelectuales y artísticas, estaban su vocación por la filosofía alemana y por lo fantástico. En Discusión (1932), colección borgesiana de ensayos y crítica literaria, conjuga su infaltable temática gauchesca de ese entonces con textos que expresan su visión cosmogónica y metafísica del tiempo y del espacio. En 1934, en la Revista Multicolor de los Sábados del diario Crítica, escribe el artículo “La cuarta dimensión”, donde dice que negarla es limitar el mundo; en 1938, en la revista El Hogar, busca dilucidar el tema en “Un resumen de las doctrinas de Einstein”.

Génesis en el espacio. Acrílico sobre tela. 1,20 x 1,20 m. A.S. 1976. Colección T.G.H de Sessa. Cortesía

Génesis en el espacio, 1976. Acrílico sobre tela. 120 x 120 cm. Colección T.G.H de Sessa. Cortesía

En sus prólogos, género borgesiano en sí mismo, arrasa la diversidad, pero prevalecen los emblemas de la ciencia ficción, la literatura fantástica, la sensacionalista y la gótica, como [la de]  H.G. Wells (también muchas veces citado en su literatura), Olaf Stapledon, Lewis Carroll, Emanuel Swedenborg, Wilkie Collins, Franz Kafka, Henry James.

Siempre el destino. Siempre lo por conocer, pero dado. Siempre lo infinito.

2020. En pandemia. Hace un par de años que Sessa y María Kodama con su agente literario curador del legado de Borges, exploran la posibilidad de reeditar, internacionalmente, Cosmogonías. Con el destino no se juega. No serían seis poemas y seis dibujos. Sería más, mucho más.

Galaxia del sombrero. Pintura, técnica mixta. A.S. 1979. Cortesía

Galaxia del sombrero, 1979, Pintura, técnica mixta. Cortesía

Con un archivo fotográfico de casi un millón de imágenes, con innumerables exposiciones y premios fotográficos, miembro de número de la Academia de Bellas Artes de la Argentina, hoy académico emérito, Sessa siente durante el aislamiento la necesidad de reconectar con el dibujo y la pintura. Y se reinventa una vez más, como cuando comenzó a hacer de su teléfono celular su “tercer ojo”.

El resultado es majestuoso. Creaciones espaciales con impensados materiales, esmaltes, acero, técnicas osadas. Y los senderos que se habían bifurcado volvieron a hacerse uno, a completar el círculo. Parecía que era ayer cuando en su mesa de trabajo estaban solo las creaciones espaciales. La continuidad. El eterno retorno.

2022. Las energías se encuentran en el vórtice. La estrella es galaxia. El destino es revelado.

Cometas. Técnica mixta y tinta sobre papel. 0,57 x 0,76 m. A.S 1980. Cortesía

Cometas, 1980. Técnica mixta y tinta sobre papel, 57 x 76 cm. Cortesía

La trama de Cosmogonías se resuelve, aunque todavía depara sorpresas. El sendero conduce a una obra amplificada. Entonces, un día o varios en el otoño porteño, se manifiesta el mago que ejecuta los mandatos de un dios. En estas ruinas circulares no suceden el incendio y la destrucción, si no la luz. En un momento de su trabajo creativo, Sessa descubre en un lugar apartado de su inmenso estudio, un voluminoso archivero de planos. En principio no recuerda su existencia ni su contenido. Cada cajón que abre lo deslumbra. Cientos de obras de los años 70, impecables, como nuevas porque no las han tocado la luz ni el aire en más de 40 años. El hallazgo lo lleva a seguir sumergiéndose en los espacios donde están embaladas sus piezas. Ahora son grandes óleos y otros que siguieron a los dibujos de Cosmogonías.

Empieza a trabajar con un astrónomo argentino. Más sorpresas. El científico ve sus obras y las identifica con registros capturados en la bóveda celeste gracias a los recursos tecnológicos disponibles en la actualidad, pero no hace 50 años. ¿Por qué la obra de Sessa de entonces se asemeja a las imágenes del universo como las podemos ver hoy? ¿Tendrá Borges la respuesta?

Erupciones en Ío. Pintura sobre madera, técnica mixta 2,40 x 1,80 m. A.S 1980. Cortesía

Erupciones en Ío, 1980. Pintura sobre madera, técnica mixta 180 x 240 cm. Cortesía

Cosmogonías. Visiones de una creación infinita. Esta obra no pretende ser más que un retorno al diálogo creativo entre dos sensibilidades artísticas que se encontraron en 1976, en un experimento de vanguardia.

Desde ese paradigma hemos pretendido acompañar a Borges en sus juegos y adivinaciones con la cosmogonía, tratando de que la “adversa fortuna” que asigna a sus “borrones” en el prólogo de 1976, transmute en la oportunidad de recorrer y descubrir su obra con una nueva mirada, con una lupa distinta. Una obra infinita en sus infinitas lecturas. El hilo de Ariadne va de un libro a otro, de una época a otra. A Borges, seguramente, le hubiera divertido seguirlo.

Tormenta en Júpiter. Serigrafía 1,00 x 0,65 metros A.S 1981. Cortesía

Tormenta en Júpiter, 1981. Serigrafía, 65 x 100 cm. Cortesía

Volver a leerlo para que nos revele por qué cuando habla de tiempos remotos, de los astrónomos y filósofos de la antigüedad, de sus teorías, de sus postulados, de sus teoremas, está siempre proyectándose, y proyectándonos, hacia el futuro. Anticipándose a este siglo XXI, en el cual el espacio, el infinito, ya no son los conceptos fantásticos, cosmogónicos, que Borges escribía y describía con una visión que trascendía las certezas científicas de la época. Hoy son una presente y activa realidad. Inconmensurables y eternos como Borges. Un hoy en el cual, probablemente, lo que estamos leyendo ahora, en este instante, sea superado por la realidad de mañana. O de dentro un minuto. O de un segundo. O…

Cualquier destino, por largo y complicado que sea, consta en realidad de un solo momento: el momento en que el hombre sabe para siempre quién es (“Biografía de Tadeo Isidoro Cruz”, El Aleph, 1949).

Borges. Algunos fragmentos

[…] Admitamos lo que todos los idealistas admiten: el carácter alucinatorio del mundo. Hagamos lo que ningún idealista ha hecho: busquemos irrealidades que confirmen ese carácter. Las hallaremos, creo, en las antinomias de Kant y en la dialéctica de Zenón.

[…] Nosotros (la indivisa divinidad que opera en nosotros) hemos soñado el mundo. Lo hemos soñado resistente, misterioso, visible, ubicuo en el espacio y firme en el tiempo; pero hemos consentido en su arquitectura tenues y eternos intersticios de sinrazón para saber que es falso.

JLB, de Discusión, 1932

Tycho (cráter de la Luna). Dibujo. Técnica mixta sobre papel. A.S 2021. Cortesía

Tycho (cráter de la Luna), 2021. Dibujo. Técnica mixta sobre papel. Cortesía

[…] Ni tiniebla ni caos. La tiniebla requiere ojos que ven, como el sonido Y el silencio requieren el oído, Y el espejo, la forma que lo puebla. Ni el espacio ni el tiempo. Ni siquiera una divinidad que premedita el silencio anterior a la primera noche del tiempo, que será infinita. El gran río de Heráclito, el oscuro, su inagotable curso no ha emprendido, que del pasado fluye hacia el futuro, que del olvido fluye hacia el olvido. Algo que ya padece. Algo que implora. Después la historia universal. Ahora.

JLB, de “Cosmogonía”, La rosa profunda, 1972

Agujero negro. Pintura. Acrílico sobre tela. 1,80 x 1,30 m A.S 1979. Cortesía

Agujero negro, 1979, Pintura. Acrílico sobre tela. 130 x 180 cm. Cortesía

[…] Generalmente, los alegatos por una cuarta dimensión derivan de las definiciones preliminares de la geometría euclideana. Esta procede de manera sintética: empieza por el punto convencional que se postula sin dimensión de ninguna clase; para después a la línea convencional, que se postula como longitud sin anchura; pasa después a la superficie convencional, que se postula como simple extensión, sin profundidad; y arriba así al volumen o cuerpo, que abarca las tres dimensiones.

JLB, de La cuarta dimensión, 1934

Cuatro lunas. Pintura. Técnica mixta. Quadríptico 2,00 x 2,00 m. A.S 1974. Cortesía

Cuatro lunas, 1974, Pintura. Técnica mixta. Cuadríptico, 200 x 200 m. Cortesía

[…] La luna ignora que es tranquila y clara y ni siquiera sabe que es la luna; La arena, que es la arena. No habrá una Cosa que sepa que su forma es rara. Las piezas de marfil son tan ajenas Al abstracto ajedrez como la mano Que las rige. Quizá el destino humanoDe breves dichas y de largas penas. Es instrumento de Otro. Lo ignoramos; Darle nombre de Dios no nos ayuda. Vanos también son el temor, la duda Y la trunca plegaria que iniciamos. ¿Qué arco habrá arrojado esta saeta que soy? ¿Qué cumbre puede ser la meta?

JLB, de “De que nada se sabe”, La rosa profunda, 1976

Escultura del más allá. Fotografía intervenida. 0,70 x 1,06 m. A.S 1979. Cortesía

Escultura del más allá, 1979. Fotografía intervenida, 70 x 106 cm. Cortesía

Fue en el primer desierto.
Dos brazos arrojaron una gran piedra.
No hubo un grito. Hubo sangre. Hubo por vez primera la muerte. Ya no recuerdo si fui Abel o Caín.

JLB, de “Génesis IV. 8”, 1975. El oro de los tigres

[…] ¿Cómo no someterse a Tlön, a la minuciosa y vasta evidencia de un planeta ordenado? Inútil responder que la realidad también está ordenada. Quizá lo esté, pero de acuerdo a leyes divinas -traduzco: a leyes inhumanas- que no acabamos nunca de percibir. Tlön será un laberinto, pero es un laberinto urdido por hombres, un laberinto destinado a que lo descifren los hombres.

JLB, de “Tlön, Uqbar, Orbis Tertius”, Ficciones, 1944

Obra de Aldo Sessa. Cortesía

Obra de Aldo Sessa. Cortesía

[…] Me dicen que el presente, el specious present de los psicólogos, dura entre unos segundos y una minúscula fracción de segundo; eso dura la historia del universo. Mejor dicho, no hay esa historia, como no hay la vida de un hombre, ni siquiera una de sus noches; cada momento que vivimos existe, no suimaginario conjunto. El universo, la suma de todos los hechos, es una colección no menos ideal que la de todos los caballos con que Shakespeare soñó ¿uno, muchos, ninguno?— entre 1592 y 1594. Agrego: si el tiempo es un proceso mental ¿cómo pueden compartirlo millares de hombres, o aun dos hombres distintos?

JLB, de “Nueva refutación del tiempo”. Otras inquisiciones, 1952

 

Nota de edición: El texto de esta publicación corresponde a la introducción de Cosmogonías. Visiones de una creación infinita, obra (en prensa) editada por Sessa Editores, Buenos Aires, 200 páginas. La portada reproduce la obra Tlön, pintura sobre metal que evoca el célebre cuento de Borges. Fue realizada por Aldo Sessa en 2021, durante sus meses de aislamiento a causa de la pandemia. Oxígeno Feria de Arte presentó ayer una conversación online con el artista, de la que participó, desde Asunción, su hijo Luis, invitado especial al evento.

Los textos de Jorge Luis Borges aquí reproducidos son fragmentos (de fragmentos) incluidos en el libro. Agradecemos a Sessa Editores la oportunidad de compartir este material con nuestros lectores.

Click para comentar

Dejá tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Los más leídos

error: Content is protected !!