Cultura
Bernardo Krasniansky: Cavilaciones sobre la figura del montaje

Dos obras de Bernardo Krasniansky. Cortesía
La exposición Krasniansky: la unión de los fragmentos, habilitada en Artística Espacio de Arte, presenta casi cien obras que puntúan hitos destacados de la producción del artista paraguayo desarrollada durante las últimas cuatro décadas. El título hace referencia al trabajo de articulación de la gran diversidad de piezas, periodos y técnicas exhibidas en esta ocasión. Los dibujos, pinturas, grabados, fotocopias, técnicas mixtas y objetos tridimensionales corresponden a opciones expresivas y formales variadas y traducen etapas y propuestas plurales. La exposición busca que esta heterogeneidad pueda ser asumida mediante líneas que vinculen las obras expuestas y tracen diagramas y constelaciones capaces de bosquejar diferentes conjuntos o imaginar, fugazmente, una totalidad. Dispuestas en determinadas posiciones, tales obras tejen complicidades y resuenan unas en otras, o bien se confrontan y sugieren configuraciones nuevas.
La tarea de “unir los fragmentos” parte del hecho de que las obras de Krasniansky presentadas en esta muestra coinciden en un punto central: todas ellas constan de imágenes segmentadas, desplazadas y dislocadas en sus partes; como si estuvieran conformadas según la lógica de un rompecabezas al que falta alguna pieza y tiene que ser rearmado de muchas maneras. Esta situación coincide con la figura del collage contemporáneo. Este, a diferencia del moderno, no pretende conectar sus partes para obtener un todo unificado y estable, sino que opera a partir de los mismos huecos, interrupciones y desfases producidos por aquellas piezas faltantes. Es decir, busca rearmar los componentes desiguales de un conjunto en un orden contingente, abierto a los antojos de la imaginación, el régimen del concepto y el empuje variable de la imagen. Esta operación de armado se llama montaje y constituye una estrategia fundamental del arte contemporáneo.

Obra de Bernardo Krasniansky. Cortesía
El montaje permite unir y compaginar ante la mirada un conjunto disímil de unidades estéticas, técnicas y conceptuales; permite, así, disponer los elementos de una obra en ordenamientos provisionales para desencadenar, una y otra vez, significaciones nuevas. En esta muestra, la figura del montaje se refiere tanto a las obras de Krasniansky consideradas en sí mismas, como al conjunto que compone la muestra; es decir, se refiere a composiciones incompletas que deben ser reinstaladas y, simultáneamente, a la expografía que trama (o permite tramar) vínculos imaginarios entre las diferentes piezas.
La unión de los fragmentos (el montaje) recae en la obra de Krasniansky sobre dos contenidos temáticos. El primero se encuentra constituido por el esquema geométrico que estructura sus obras, apoyadas en líneas, ángulos, planos, espacios o volúmenes; en formas exactas y abstractas que se desencastran y juegan con las presencias figurativas con las que intersecan y actúan de maneras diversas. El segundo contenido se plantea a partir de representaciones previas; es decir, la obra de Krasniansky no designa cosas, personas o situaciones reales, sino imágenes tomadas de obras anteriores, mediadas por la pintura, el dibujo, la fotografía, la fotocopia o cualquier otra técnica de reproducción. Esta mediación permite a Krasniansky analizar y criticar el sistema de las representaciones de las que parte, provenientes en general de las instituciones del arte y, fundamentalmente, del museo, el libro y la historia del arte.

Dos obras de Bernardo Krasniansky. Cortesía
Krasniansky plantea tales contenidos no como motivos temáticos, sino como cuestiones que remiten continuamente a otras posibilidades de montar las formas. Este movimiento permite que las formas impulsadas por Krasniansky no se detengan en el puro momento estético (en la belleza, presente siempre en ellas), sino que aspiren a configurarse de múltiples maneras orientadas a nombrar en clave poética los acontecimientos que vivifican y perturban la existencia, la sociedad, la naturaleza y la historia.
* Ticio Escobar es crítico de arte, curador, docente y gestor cultural. Fue presidente de la sección paraguaya de la Asociación Internacional de Críticos de Arte (AICA Paraguay), director de Cultura de la Municipalidad de Asunción y ministro de la Secretaría Nacional de Cultura. Es director del Centro de Artes Visuales/Museo del Barro.
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