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Agenda Cultural

La ex SEAM y el trágico destino de una obra de Hermann Guggiari

Hermann Guggiari. Trozos desmantelados de "Clamor ambiental del Paraguay", 2002. Cortesía

Hermann Guggiari. Trozos desmantelados de "Clamor ambiental del Paraguay", 2002. Cortesía

Un pasaje de una pieza de teatro actualmente en cartelera bastó para reavivar una cuestión ética y política en torno a la gestión pública, específicamente en relación con la cultura.

No claudiqué del arte –escrita y dirigida por Nelson Arce y puesta en escena por Ana Rosa Guggiari– es un homenaje al reconocido escultor Hermann Guggiari, padre de la protagonista. Un segmento de la pieza hace referencia explícita al destino trágico de una obra del artista. Se trata de “Clamor ambiental del Paraguay”, conjunto escultórico de grandes dimensiones (5 x 5 x 3 metros aproximadamente) donado a la entonces Secretaría del Ambiente (hoy MADES) por el proyecto ENAPRENA/GTZ. La obra, costeada con fondos no reembolsables de la cooperación alemana al Paraguay, fue emplazada en 2002 en el edificio sobre la avenida Madame Lynch que las Fuerzas Armadas habían cedido a la SEAM, creada en 2000 bajo el gobierno de Luis Ángel González Macchi.

Obra de Hermann Guggiari emplazada en el predio de la SEAM. Cortesía

Obra de Hermann Guggiari emplazada en el predio de la SEAM. Cortesía

Javier Guggiari Banks, hijo del artista y también escultor, nos cuenta que la obra era una  alegoría de un gran árbol y que en su realización su padre utilizó chapa de hierro corroído y reciclado de barcazas. Los “brotes”, ubicados a los pies del árbol, eran de chapa de acero inoxidable. La técnica usada fue el forjado a frío, soldado y pulido. “La obra de Hermann Guggiari tiene a la ecología como eje principal. Muchas piezas tienen ese carácter. Habrá sido una gran satisfacción para él realizar ese trabajo”, dice. Cabe señalar que ENAPRENA, sigla del proyecto donante de la obra, significa “Estrategia Nacional para la Protección de los Recursos Naturales”.

Hoy la pieza ya no existe. En marzo de 2014, alertado por un amigo de la familia, Javier Guggiari corrió a la SEAM. “Llegamos tarde, la obra ya había sido cortada en pedazos. Pudimos hacer un video de cómo la encontramos justo antes de que fuera enviada al basurero”, dice. Según versiones, se habría intentado removerla con un remolque pero, ante la imposibilidad, fue cortada en trozos.

El escultor cuenta que la familia pidió una reunión con la ministra de entonces, María Cristina Morales Palarea, y presentó su reclamo. “Se mostró sorprendida y no sabía del tema. Pidió disculpas. Firmó una nota en la que se comprometía a recuperar la obra y emplazarla en el nuevo local de la SEAM (creo que nunca se mudó). En el documento se mencionaba que si en el tiempo de seis meses no se concretaba el trabajo de recuperación, la obra quedaría como propiedad de la familia Guggiari”, explica.

Ya en aquel momento, la prensa se hizo eco del hecho. “Trajeron un herrero, la cortaron y la descuartizaron. Ahora se puede encontrar la obra toda destruida”, publicaba el diario Última Hora, reproduciendo las palabras de Javier Guggiari, quien se mostraba “preocupado por la extracción salvaje y el tratamiento dado al patrimonio artístico”. Según señalaba Guggiari al mismo periódico, la obra testimoniaba “la lucha contra la deforestación” y recordaba que su padre, Hermann, “fue un luchador por la preservación del medioambiente”.

Obra de Hermann Guggiari desmantelada en el predio de la SEAM. Cortesía

Obra de Hermann Guggiari desmantelada en el predio de la SEAM. Cortesía

Tras la denuncia presentada por la familia en aquella oprotunidad, la Secretaría del Ambiente informó que la obra sería trasladada al Parque Nacional Defensores del Chaco. Sin embargo, esto tampoco se concretó. “Tengo una nota de la ministra Morales en la que se compromete a reformar e instalar la obra en un nuevo lugar en seis meses. El documento dice que pasado ese tiempo ellos perderían todo dominio sobre la obra y quedaría bajo mi responsabilidad. Nunca me llamaron. La obra estaba muy deteriorada. No sé quién dio la orden de desmantelarla. Contrataron a un herrero que fue con su pulidora y la rebanó como si fuera un pan. No hay una valoración del arte. Fue un descuido total. Yo me reuní con la ministra unos días después de lo sucedido. Se sintió muy apenada. Pero fue un error, no sé cómo pudo permitir que algo así ocurriera bajo su gestión. Tengo una carta suya de disculpas”, dice Javier.

Efectivamente, el 19 de marzo de 2014 la familia Guggiari recibió una nota dirigida a Sebastián Guggiari, uno de los hijos de Hermann, y firmada por Morales, que decía: “Tengo el agrado de dirigirme a usted y por su intermedio a todos los descendientes, parientes y artistas colegas de nuestro gran escultor Hemann Guggiari, con el objeto de manifestarles que lamento muchísimo el traslado, en mi ausencia, durante mi Misión Oficial a México, de la valorada obra, situada al frente del Edificio de la Secretaría del Ambiente (SEAM), en ocasión del inicio de la construcción el Centro Laboratorial en esta Institución, que fuera considerado e interpretado como un trato inadecuado a dicha obra por sus familiares, ya que el propósito de su remoción momentánea había sido, durante mi ausencia, el de trasladarla a un lugar más apropiado actualmente, y donde además pudiera protegerse de las frecuentes inundaciones del área de césped donde originalmente fue instalada”.

Nota de disculpas de la ministra de la SEAM, María Cristina Morales Palarea. Cortesía

Nota de disculpas de la ministra de la SEAM, María Cristina Morales Palarea. Cortesía

Acta de entrega y recepción de las partes de la obra "Clamor ambiental del Paraguay", de Hermann Guggiari. Cortesía

Acta de entrega y recepción de las partes de la obra “Clamor ambiental del Paraguay”, de Hermann Guggiari. Cortesía

El traslado nunca se concretó. Los deteriorados fragmentos de “Clamor ambiental del Paraguay” continúan en el taller de Javier Guggiari Banks, en el Bosque de los Artistas. “Lo ideal sería recuperar la obra y reubicarla en algún lugar. Hasta el momento nada de lo prometido se cumplió. La obra sigue aquí, conmigo, en pedazos. El trabajo es de chapa de hierro grueso (aprox. 5 mm de espesor). En general está oxidado, pero fuerte aún. Los brotes en acero inoxidable están en buen estado”, dice.

Curiosamente, uno de los “brotes” del árbol seco de Hermann Guggiari tiene grabado el siguiente texto: “Ante su trágica destrucción, la Secretaría del Ambiente se aboca a su urgente recuperación. Compromiso NUESTRO, para una vida mejor hoy y en el futuro. SEAM XII. 2002”.

Hermann Guggiari. Trozos desmantelados de "Clamor ambiental del Paraguay", 2002. Cortesía

Hermann Guggiari. Trozos desmantelados de “Clamor ambiental del Paraguay”, 2002. Cortesía

Por su parte, Nelson Arce, director de la obra teatral que reavivó el conflicto en torno a esta obra de Guggiari, cuenta que basó su guion en el libro dedicado al escultor que fuera publicado en 2008 por el Centro Cultural de la República El Cabildo, así como en testimonios de diferentes personas que lo conocieron. Dice que decidió incluir en el argumento el episodio de la obra desmantelada pues “como artista o como actor, también como director, creo que romper la obra de cualquier artista, sea quemando un libro o rayando un disco, es algo que no tiene que suceder”.

Lo acontecido con la obra de Hermann Guggiari es un ejemplo más de las contradicciones que anidan en la administración pública con respecto a la cultura. Tres años antes de lo sucedido, y  en el marco del Bicentenario, el Congreso Nacional había rendido un gran homenaje al escultor. Según las publicaciones de entonces, “el senador Miguel Abdón Saguier consideró de estricta justicia ‘otorgar este reconocimiento en nombre de la Honorable Cámara de Senadores a este encumbrado y abnegado ciudadano y así brindarle, en vida, un justo homenaje por ser digno representante de nuestra nación y haber dejado en alto la imagen de la República con su aporte cultural’”. Hermann Guggiari falleció un año después.

El texto del acta de entrega de los pedazos de la obra a los familiares del artista resulta conmovedor. Además de las 18 partes en que se dividió la obra, se consigna la entrega de “brotes”, el último de los cuales es reseñado como sigue: “1 (uno) brote pequeño aún incrustado en la tierra en el lugar donde se encuentra el monumento”.

1 Comment

1 Comentario

  1. Rodrigo Mussi

    18 de julio de 2022 at 14:32

    Que se puede esperar de una Ministra que ordenó la matanza del TEJU GUA$U ?? Que firmó un convenio con Guyra Paraguay dándoles atribuciones para conseguir fondos de la cooperación internacional y ejecutarlos ? No hizo nada ante la inundación de Cateura por las crecidas del Río Paraguay? Fue la primera Ministra del gobierno de HC en ser interpelada por la Cámara de Diputados (caso TEJU GUASU y corrupción por firmas de convenios ilegales). Fue destituida por incompetente.
    Hoy día trabaja en WWF PARAGUAY como la gran conservacionista. Causó estragos al Paraguay. Una de las peores ministras de la SEAM.
    Debería de compensar económicamente por la destrucción del patrimonio cultural escultura GUGGIARI !!

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