Gustavo Alfaro y la lección de Tony Sanabria

A veces, el fútbol tiene historias que parecen guiones de película, pero son reales. Esta es una de esas. Paraguay derrotó por 2-1 a Venezuela este martes en la fecha 10 de las Eliminatorias Sudamericanas para la Copa Mundial Norteamérica 2026. Un triunfo que parecía difícil después de ir al descanso con un 0-1 abajo.

La figura de la noche fue Tony Sanabria. Anotó un doblete y cambió el destino del partido. En la conferencia de prensa posterior al encuentro, Gustavo Alfaro, entrenador de la Albirroja, contó el detrás de escena con el delantero del Torino.

“Tantas cosas me contaron… Pero no sólo de él; de un montón. La cantidad de cosas que me dijeron… A veces desconfío de las cosas que me dicen. Hay que tener los ojos bien entrenados para desconfiar de lo que dice la boca”, comenzó.

No es fácil para un jugador ser señalado antes de siquiera tener una oportunidad real, y Alfaro lo sabía. Por eso, su acercamiento fue otro: observar, conocer y decidir con sus propios criterios. “A veces uno habla y traslada una opinión cargada de un prejuicio en función de las cosas que vive. Como yo viví esto, entonces opino esto de tal persona. Así, estoy trasladando no sólo una opinión, sino mi prejuicio. Trato de formarme una opinión en función de lo que observo; no me puedo hacer cargo de las cosas que pasaron antes”, dejó en claro el exentrenador de Ecuador.

“Tony, no te puedo explicar cómo tengo pensadas las cosas, pero hacé de cuenta que nosotros éramos un barco que estábamos en el medio del agua y nos entraba…”. Antes de que pudiera terminar la frase, Sanabria interrumpió a Alfaro: “Profe, yo estoy feliz de estar acá, a mí no me importa jugar. Hoy siento que soy parte del equipo. Puedo venir en cada convocatoria y no jugar un minuto, pero seré el tipo más feliz del mundo, porque disfruto de estar con mis compañeros, de vestir esta camiseta, de representar al país”, relató Alfaro, con evidente admiración por Tony.

Y ese fue el Tony Sanabria que brilló contra Venezuela. Alfaro lo había visto con sus propios ojos, no por lo que le dijeron: Sanabria no es sólo un goleador, sino un jugador que entiende el verdadero significado de representar dignamente a un país.