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Canciller ratifica apoyo a Guaidó, mientras escándalo por negociación secreta suma nuevos elementos

El político venezolano Juan Guaidó contradijo al gobierno paraguayo en el escándalo por la negociación secreta de la deuda de PETROPAR con PDVSA. Foto: Archivo

El político venezolano Juan Guaidó contradijo al gobierno paraguayo en el escándalo por la negociación secreta de la deuda de PETROPAR con PDVSA. Foto: Archivo

La Cancillería paraguaya ratificó el reconocimiento al político opositor venezolano, el exdiputado Juan Guaidó, como “presidente encargado” de la nación caribeña, al tiempo que siguen sumándose elementos al escándalo por la negociación secreta con el gobierno de Mario Abdo Benítez por la deuda de PETROPAR con la venezolana PDVSA, que fuera revelado anteayer por el diario estadounidense The Washington Post.

“Paraguay reconoce a Juan Guaidó como presidente de Venezuela”, señaló a El Nacional el canciller Federico González, negando que el gobierno pudiera rever la situación luego que el miércoles la Unión Europea (UE) le quitara el reconocimiento como “presidente interino”, y que el venezolano pudiera perder también el respaldo de Washington, con la asunción del demócrata Joe Biden el fin de semana.

El ministro González defendió la negociación con Guaidó por la deuda con PDVSA, que puso de nuevo al gobierno en el centro de todas las sospechas y agitó otra vez el fantasma del juicio político al presidente Abdo Benítez, aunque con menor repercusión que cuando se conoció el acta secreta con Brasil por Itaipú. “Se actuó con transparencia”, aseguró el canciller en declaraciones a la 1080 AM.

González terció así en una controversia que puso en la cuerda floja al jefe de Gabinete de Abdo Benítez, Juan Ernesto Villamayor, que fue quien recibió a la comitiva enviada por Guaidó, integrada por el abogado argentino Santiago Vidal, supuesto asesor jurídico de PDVSA, y el empresario venezolano radicado en Miami, Javier Troconis, encargado de la recuperación de los activos venezolanos en el exterior, y el hombre al que el diario estadounidense ubicó a cargo de un supuesto esquema de cobro de sobornos del “gobierno interino” de Guaidó.

Los papeles de Villamayor

A la par, el ministro Villamayor mostró, finalmente, el documento escrito del acuerdo por la deuda de PETROPAR con una quita del 50% de un total calculado en U$S 269 millones. “Este es el borrador que presenta el Washington Post y no es aceptado por Paraguay”, afirmó el secretario de Estado, mostrando a los medios la hoja impresa que, según agregó, es de la ahora famosa reunión que mantuvo en noviembre de 2019 con los enviados de Guaidó.

Contó que en marzo de 2020, cuatro meses después, el documento fue rechazado porque no hacía mención a la garantía cancelatoria de la deuda, exigida por el presidente Abdo Benítez, lo que de alguna manera entrevé la desconfianza del mismo gobierno paraguayo en la validez jurídica de los actos del “presidente interino” venezolano.

Villamayor no es el único implicado en este nuevo affaire que envuelve al gobierno. El acuerdo secreto pasó además por las manos del entonces ministro de Hacienda Benigno López, Patricia Samudio, que ocupaba la presidencia de PETROPAR, y el procurador Sergio Coscia, que fue obligado a renunciar la semana pasada, en el marco de otro escándalo con características muy similares, que salpica al actual presidente de la petrolera paraguaya Denis Lichi, y también implicaba el pago de una jugosa comisión a intermediarios, de U$S 7 millones, significativamente más baja que la que pretendía cobrar el abogado Vidal, de U$S 26,9 millones, pero igual de irregular desde donde se la mire.

Guaidó desmiente al gobierno

Entretanto, Guaidó dejó en orsai al canciller González y al jefe de Gabinete Villamayor, argumentando que la propuesta para saldar la deuda de PETROPAR con PDVSA no fue rechazada por el gobierno paraguayo, sino por su “gobierno interino”.

El venezolano contestó a la publicación del Washington Post, con una nota dirigida al diario estadounidense donde rechaza las acusaciones de corrupción contra su “gobierno”, argumentando que antes que el artículo se publicara su equipo había hecho llegar al periodista autor de la nota, Anthony Faiola, evidencias de sus gestiones para que el tema fuera incluso investigado por el Departamento de Justicia norteamericano.

Afirmó que una Comisión de Contraloría del anterior parlamento venezolano, del que era presidente, interrogó al acusado Troconis, y a los empresarios Pedro Antar y Jorge Reyes, que son quienes denunciaron las supuestas maniobras dolosas de este y otro de los empresarios denunciados por el Post, Fernando Blasi, representante de Guaidó en Washington. “El contenido de dichas comparecencias es público y en ellas se puede constatar la inexistencia de actos probatorios de los supuestos actos de extorsión”, escribió en su carta al diario.

“En relación a la propuesta referida a la deuda de la empresa petrolera paraguaya PETROPAR, consideramos que lejos de ser un caso de supuesta irregularidad o corrupción, es un claro ejemplo positivo de cómo el Gobierno interino desplegó oportunamente los mecanismos necesarios para proteger los intereses de la República”, señaló Guaidó.

“Dicha propuesta, tras ser evaluada, fue rechazada por la Procuraduría Especial de Venezuela, la junta Ad hoc de PDVSA y el presidente interino, tras considerar que no cumplía con las condiciones satisfactorias para la República, tanto por el porcentaje de quita planteado como de la comisión estipulada para el abogado”, agregó en su nota al Post, dejando entrever que él y su equipo consideraban poco menos que una “estafa” la negociación.

Resulta curioso que Guaidó hiciera expresa mención del desagrado con la jugosa comisión pretendida por el abogado argentino de PDVSA, ya que en sus primeras declaraciones, Villamayor le había restado importancia a la exorbitante suma, dando por descontado que la petrolera venezolana estaba de acuerdo con pagarla.

Las aclaraciones de Guaidó al diario estadounidense se produjeron casi en simultáneo con las últimas afirmaciones del jefe de Gabinete y el ministro González, en defensa de un escándalo que crece a medida que van conociéndose más detalles, y que podría tener a Villamayor como chivo expiatorio, papel que ya le cupo representar al entonces canciller Luis Castiglioni, cuando estalló la bomba del “acta secreta” de Itaipú, que comprometió seriamente la Presidencia de Abdo Benítez.

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